El bono para indigentes genera otro nudo de tensión dentro del Gobierno: los movimientos sociales oficialistas, por ahora aliados de Alberto Fernández, salieron a criticar el proyecto de ayuda económica para quienes no perciben ingresos ni asistencia del Estado y que no tienen bienes registrados, advirtiendo que es “insuficiente”.
Quien expuso las disidencias fue este viernes el líder del Movimiento Evita y secretario de la Economía Popular (una oficina dependiente de Desarrollo Social), Emilio Pérsico: “Bienvenido sea cualquier subsidio, no estamos en contra de eso, pero después dicen que las organizaciones somos los planeros. Los planes y programas de este tipo los propone la política, tenemos una política planera. El humilde quiere trabajo”.
“Es difícil en Argentina, con la mitad de la economía en negro, encontrar a los compañeros indigentes en una planilla de Excel”, apuntó Pérsico, en diálogo con Futurock.
La frase de Pérsico esconde un viejo reclamo de las organizaciones sociales oficiales, que exigen el lanzamiento del monotributo social.
Monotributo social, el reclamo de los movimientos sociales oficialistas
Desde hace tiempo que en las organizaciones sociales oficialistas como el Movimiento Evita, Somos Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa comenzaron a surgir diferencias con la administración de Alberto.
Aunque dicen que hay buena sintonía con el Gobierno, marcan que no “piensan igual” en todos los temas y que es necesario comenzar a dar una respuesta concreta a la pobreza.
Días atrás Pérsico y Fernando “Chino” Navarro -del Movimiento Evita- se reunieron con el Presidente y el ministro de Economía, Sergio Massa, a los que les trasladaron la necesidad de implementar cuanto antes tres iniciativas clave para la economía popular.
Estas iniciativas consisten en legalizar a través de un monotributo productivo a unos 9 millones de trabajadores informales; incorporar a las cooperativas a los proyectos de obra pública nacional para motorizar el empleo, y trabajar en una resolución para que el dinero que se destinaba a todos aquellos beneficiarios del Potenciar Trabajo que fueron dados de baja durante las auditorías se redireccionen a recursos productivos de proyectos activos.
Pérsico alertó además sobre la “superposición de programas sociales”, que “nos ha llevado a una situación que en muchos casos es muy injusta”. Así lo explicó: “Por ejemplo, un carnicero con negocio en negro, que son muchos y venden la carne barata, a ese compañero le va muy bien y ese compañero sale en todos los cruces como indigente”.
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