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En la interna bonaerense, esconden la boleta de Abad por considerarlo un quemo

 

La cuenta regresiva hacia los comicios internos del radicalismo bonaerense se acelera e ingresa en la recta final hacia el domingo 6 de octubre, en que se elegirá al presidente del comité provincia, a delegados al comité nacional y las categorías de convencionales nacionales y provinciales.

Más allá de la apatía existente para concurrir a las urnas -que es alimentada por recientes conductas muy sorpresivas de diputados que cambian su voto en el recinto-, se incuba lentamente alguna tentación hacia el corte de boleta, para repudiar ciertas figuras partidarias.

Esto viene ocurriendo con la categoría a delegados al comité nacional, en la cual el oficialismo de la alianza Adelante postula al actual titular partidario provincial Maximiliano Abad, quién pareciera ser un duro escollo a la hora de convencer a los afiliados. Estos consultan sobre dónde se encuentra Abad como para apuntar al lado contrario, en este caso con la boleta que encabeza -para la misma categoría- Federico Storani, o directamente abstenerse de ir a votar.

Esa es la sensación que quedó de distintos comentarios recogidos en las últimas horas, en las cuales, muchos recuerdan el acompañamiento casi incondicional de Abad a las políticas del gobierno nacional de La Libertad Avanza, salvo excepciones con el rechazo a algún que otro artículo de la ley Bases.

En el universo de afiliados de centros urbanos de clase media y con perfil profesional, Maximiliano Abad suele ser rechazado en un porcentaje muy amplio y es la excusa perfecta para desistir de votar a la lista Adelante.  Sin embargo, en muchos distritos los militantes abadistas se la rebuscan para tratar de tapar el sol con las manos y achicar las letras de molde de su apellido en la boleta o, directamente, doblar y enviar bajo puerta de manera tal que sólo se vea el nombre del candidato a presidente del comité provincia, Miguel Fernández.

Este, pareciera ser más potable para un electorado radical histórico y que, además, viene apadrinado por muchos intendentes que son más cercanos al socio de Abad, es decir el ex vicegobernador Daniel Salvador.

Abad, además de haber votado un amplio porcentaje del paquete legislativo de los libertarios, tuvo y tiene un discurso que, desde la oposición interna, es criticado por su especial perspectiva de mostrarse solamente como acérrimo opositor al gobernador Axel Kicillof.

En distintas declaraciones periodísticas, Abad resaltó más sus críticas a la gestión provincial que a la nacional, con lo cual habría un desbalance de parte de un partido que está afuera de todo y que debería ser opositor “todo terreno” tanto hacia la Casa Rosada como así también con la gestión kirchnerista en provincia.

Desde la opositora coalición Futuro Radical que encabeza el diputado provincial, Pablo Domenichini, le adjudican a Abad una fuerte contradicción entre su discurso opositor sesgado y los hechos que hablan de sus constantes negociaciones para instalar a sus aliados en algunos cargos a cambio de apaciguar ciertas críticas dolorosas o enfocar la artillería hacia cuestiones menores o frívolas.

No le perdonan a Abad haber negociado la entrega al kirchnerismo del Tribunal de Cuentas, organismo de control bonaerense que tuvo administración radical durante cerca de treinta y ocho años y desde donde se ejercía real oposición y fiscalización de los gobiernos peronistas.

Además, el caballito de batalla opositor pasa por relacionar a la elección de Abad con su definitiva intención de armar una fuerte alianza con La Libertad Avanza, el Pro y dirigentes como Emilio Monzó, para presentarse a las próximas elecciones, algo que resulta inadmisible para sus opositores internos.

Abad, según trascendió, está muy inquieto y preocupado, porque en una elección con final de bandera verde y con pareja intención de voto, un corte de boleta en su postulación como delegado al comité nacional le arruinaría prácticamente su carrera partidaria. Además, deberá darle explicaciones nada más ni nada menos que al “consorcio de los gobernadores” radicales, muy cercano al presidente Javier Milei, quienes le compraron el relato de una victoria que parece no ser muy segura.

Por lo pronto, lo cierto es que si Abad sufre una derrota quedará diezmado su sueño de suceder a Martín Lousteau como presidente del comité nacional.

(www.REALPOLITIK.com.ar)

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