El intendente Miguel Lunghi destacó, en el marco de la celebración de su 201 aniversario de Tandil, que “la fuerza de la ciudad, la tracción de su economía diversificada y la pasión por hacer de los tandilenses” de cara a los desafíos por venir.
En el acto oficial por el 201 aniversario del partido, el intendente pronunció un discurso en la cima del Parque Independencia, junto al monumento al fundador Martín Rodríguez, tras encabezar en el Palacio Municipal la tradicional recepción de autoridades de las fuerzas vivas locales.
Tras repasar algunos hitos de los dos primeros siglos, celebrados en 2023, el intendente resaltó que el siglo 21 “nos lleva al vértigo de las transformaciones en todos los estamentos, ya que Tandil tiene toda su capacidad en recursos humanos y tecnológicos para afrontar el reto de estar a la altura del nuevo paradigma y seguir siendo una ciudad líder”.
“También redoblamos nuestra responsabilidad para la gestión de una comunidad más integrada, más inclusiva y que represente para todos el lugar de la oportunidad, que es el lugar de la realización personal y colectiva”, planteó.
El siguiente es el texto completo del discurso del intendente Lunghi:
“Hoy hace exactamente un año vivimos en este mismo lugar, al pie del monumento al fundador de nuestra ciudad, un día inolvidable, cuando celebramos el bicentenario de Tandil. Tuvimos la enorme fortuna de ser contemporáneos a dicho acontecimiento, y aquel día, como todos los que lo precedieron y lo sucedieron estuvieron enmarcados en la emoción y el desafío que los dos siglos de Tandil ameritaban.
No ha pasado tanto tiempo, sólo un año, pero el vértigo con que transcurre la historia argentina y los días difíciles que nos tocan vivir, parecieran haber dejado un poco más lejos al bicentenario de lo que realmente está.
Seguimos creyendo –y ahora más que nunca- en los conceptos vertidos aquel día; la agenda del Bicentenario está por encima de la coyuntura política, aunque obviamente el cambio de época que ocurre a nivel nacional también afecta a Tandil.
Pero la mejor respuesta a los días del presente, el activo más importante con que la ciudad ha sabido salir de sus crisis más traumáticas, tiene plena vigencia en lo que llamamos los grandes desafíos del Bicentenario.
Contamos para ello con ciertos atributos favorables, algunos por su naturaleza y su situación geográfica, y otros por las políticas de Estado que desde hace veinte años han puesto a Tandil como una ciudad modélica. Entre esas políticas subrayo tal vez la más importante: la alianza entre los sectores privado y público como un potente motor de desarrollo.
Nunca lo vimos más claramente que durante la pandemia de coronavirus, que fue la peor tragedia que le tocó vivir a la ciudad. Entre todos y con todos salimos de ese fondo angustiante en el que habíamos caído, y salimos llorando a nuestros muertos, pero también construyendo gobernanza con solidaridad y convicción, recuperando la economía devastada, el concepto solidario de comunidad, las fuentes de trabajo, la capacidad de producción, de asociatividad, de creatividad, inversión y riesgo.
La quintaesencia de nuestra ciudad, el sello de su identidad, es su energía emprendedora. Esa energía y la disposición de seguir trabajando juntos detrás de un objetivo largamente planificado –ser la ciudad intermedia con mejor calidad de vida del país- nos permitirá también salir de este momento difícil en donde muchas variantes de la economía no dependen de nosotros.
Pero la fuerza de la ciudad, la tracción de su economía diversificada y la pasión por hacer de los tandilenses, es la garantía de que los grandes tópicos de la agenda del Bicentenario llegaron para cumplirse, más allá de cualquier circunstancia.
Sé perfectamente todo lo que está pendiente, entre otras cuestiones las grandes obras de infraestructura que Tandil demanda.
Mi compromiso es seguir bregando para hacerlas posible, golpeando las puertas que hay que golpear, y reclamando como lo vengo haciendo desde hace dos décadas, la necesidad de un país federal en serio, lo cual sólo será posible con las autonomías municipales plenamente vigentes.
Dije hace un año que la entrada a cada siglo de una ciudad llevaba el signo de la novedad como la marca de su época. El siglo 18 fue el de la fundación, el siglo 19 fue para Tandil el de la Agricultura y la ganadería, el Siglo 20 de los inmigrantes, de la energía, de la industria metalúrgica, la creación de la Universidad y las comunicaciones.
Somos la ciudad de la innovación y el conocimiento tecnológico y vamos a profundizar esta matriz de los nuevos saberes que resultan sinónimos de desarrollo genuino, integración global con fuerte identidad local y creación de riqueza.
También redoblamos nuestra responsabilidad para la gestión de una comunidad más integrada, más inclusiva y que represente para todos el lugar de la oportunidad, que es el lugar de la realización personal y colectiva.
Se le atribuye al Fundador, al Brigadier Martín Rodríguez la frase que presagia que Tandil será una ciudad populosa y rica.
Doscientos un año después de pronunciada, podemos decir que el presagio se cumplió. Somos una ciudad con constante crecimiento de su población y somos una ciudad rica por el capital más importante que podemos tener; el de su gente, el capital que nos llena de orgullo y esperanza.
Sigamos trabajando juntos para mantener el rumbo que nuestros padres fundadores nos marcaron.