Cada jugador tiene un tiempo y un espacio. Varios jugadores de Instituto fueron los más rápidos en descubrirlo. Y ese era “el” aval que una nueva estrategia, como la que pretendía el DT Darío Franco, necesitaba para germinar. El plan seguía siendo jugar, pero en otra sintonía.
Sin embargo, las referencias que fueron el 1-0 al amanecer (lo hizo Alejandro Gagliardi por quien e DT se jugó antes que por Nicolás López Macri), el hecho de que el trío Hernán Encina-Diego Lagos-Paulo Dybala tuviera éxito en su primer encuentro y que también a poco de iniciarse el complemento el ex Lanús haya logrado el 2-0 (Raúl Damiani bajó un centro de Encina), no alcanzaron para que el viaje de Instituto a la victoria transcurriera placenteramente.
Por el contrario, durante largos pasajes se vio a un Instituto arremangado, sufriendo, casi partido y con muchos problemas para poder progresar. En el acto ofensivo, el circuito le asignaba a Claudio Fileppi y a Hernán Encina roles estelares para formar una sociedad que duró un puñado de jugadas. Un emprendimiento al que le faltaba admitir a un tipo realmente clave en el juego albirrojo, a lo largo de toda la temporada: Ezequiel Videla. El volante albirrojo lució como un administrativo en la función de entregar una pelota corta, casi sin proyección.
Lejísimos le quedaron Lagos y Dybala, por caso. Y en función defensiva, debió ayudar bastante al fondo albirrojo que no daba pie con bola en la marca de Jorge Piñero Da Silva, el que no llegó al gol sólo porque no le dieron más juego. El DT Fernando Quiroz aprovechó esa ventaja. Y decidió ser más profundo con el ingreso de Enrique Secaffien. “Quique”, libre de marcas, sacó el tiro del 2-1 que terminó anotando Matías Gigli, al aprovechar que Julio Chiarini no se habló con Videla para tomar su propio rebote. La pasó mal Instituto.
Secaffien manejaba y tenía cuatro destinos: la dupla Da Silva-Gigli más Lentini y Carrasco. Volvió a revolcarse Chiarini y el sufrimiento crecía porque Encina y Dybala dejaron de encarar a Cajaravilla y Furios, quienes así estaban chochos.
El 3-1 llegó al final. Una vez que las coordenadas de tiempo y lugar fueron encontradas por las nuevas piezas a las que había apelado el ya preocupado DT albirrojo. Nicolás López Macri (ganó su banda), cedió a Cristian Gaitán. El centro cayó atrás para que Dybala la bajara hacia
el medio. Miguel Fernández recibió y no dudó. Al fin y al cabo, para eso había entrado. Como “la Joya”, quien ayer no fue el goleador, pero sí el del pase al gol. Ese fue su tiempo y su lugar. Así hubo festejo.
Alcanzó y la Gloria sigue arriba.
Síntesis
Instituto: Julio Chiarini; Raúl Damiani, Osvaldo Barsottini y Juan Sills; Alejandro Gagliardi, Ezequiel Videla y Franco Canever; Claudio Fileppi; Hernán Encina, Paulo Dybala, y Diego Lagos. DT: Darío Franco.
Aldosivi: Pablo Campodónico; Nahuel Roselli, Iván Furios, Darío Cajaravilla y Walter Zunino; Marcelo Vega, Jonathan Galván, Jonathan Blanco y Enrique Seccafién; Matías Gigli y Jorge Piñero Da Silva. DT: Fernando Quiroz.
Goles: PT, 2m Gagliardi (I). ST, 8m Lagos (I), 15m Gigli I y 46m Fernandez.
Amonestados: Roselli.
Cambios: ST, 11m Secaffien por Galván (A), 23m Cristian Gaitán releva a Gagliardi (I), 25m Nicolás López Macri por Fileppi (I), 30m Miguel Fernández por Lagos (I), 30m Marcelo Carrasco por Vega y Lentini por Aguirre.
Cancha: Instituto
Árbitro: Alejandro Toia.