La banca pública bonaerense cerró 2021 con más de 388 mil millones de pesos otorgados en préstamos y duplicó así las colocaciones registradas en 2020. El 84% del financiamiento fue destinado al sector productivo, mientras que el resto corresponde a la cartera de consumo.
“En línea con la mejor tradición histórica del Banco, en el año de su Bicentenario vamos a seguir potenciando la asistencia a los sectores productivos y a las familias bonaerenses”, indicó Juan Cuattromo, presidente de la entidad financiera.
En total, la banca pública bonaerense prestó durante el último año 388.259 millones de pesos. De esa cifra, 325.764 millones corresponden a empresas y 62.495 millones al segmento individuos.
En ambas carteras el crecimiento fue parejo en relación con 2020: el financiamiento productivo se incrementó 104% en términos interanuales, mientras que los créditos para consumo crecieron por encima del 91%.
“Los números de 2021 demuestran que ya iniciamos la etapa de la reactivación económica pospandemia”, señaló Cuattromo. Y añadió: “desde la banca pública bonaerense tenemos previsto profundizar la asistencia a los sectores productivos para potenciar la economía y la generación de trabajo de calidad para las y los bonaerenses”.
Dentro del segmento empresas, las colocaciones de Reactivación Pyme (Repyme) alcanzaron los 175.525 millones de pesos, que representan un crecimiento de 136% en relación a 2020. Repyme es un programa conformado por diversas líneas de créditos con tasas especiales que cubren las necesidades de evolución y capital de trabajo de las pymes. Fue lanzado en febrero de 2020 y desde entonces lleva asistidas a 14.300 empresas de todo el territorio bonaerense.
Las líneas para inversión también tuvieron su crecimiento: se colocaron más de 3.600 préstamos por casi 30 mil millones de pesos. En relación con 2020, un año marcado por el período más duro de la pandemia, la cantidad de créditos para inversión se duplicó, mientras que el monto total de estas colocaciones se triplicó.
Además 2021 fue un año bisagra en la adopción de nuevas herramientas digitales que mejoraron la operatoria de las empresas. El caso emblemático fue el eCheq: durante el año pasado se descontaron más de 200.000 cheques electrónicos por un monto superior a los 100.000 millones de pesos. En cambio, los cheques físicos descontados fueron apenas 92.000, por un total cercano a los 22.600 millones de pesos. En otras palabras, el monto descontado a través de cheques físicos representó menos del 20% de la línea.