Los operadores privados destacaron las medidas anunciadas por el presidente Javier Milei y consideran necesario un ajuste de los valores en función de los costos que afrontan.
“El aumento promedio de atraso para amortiguar parcialmente los impactos que tenemos va a estar entre 40% y 50% en enero. Esa fórmula fue armada para una inflación del 3% mensual y no para una del 25% o 30%” como sucede en la actualidad, sostuvo.
Tras lo cual, manifestó: “No estoy contento en tomar estas medidas, pero la industria farmacéutica nos viene con aumentos del 100% o 120% en los medicamentos y nosotros no podemos decirles que paramos de comprarles”.
El directivo calculó que la cuota debió haber aumentado en el año un 137% para no quedar rezagada con la suba de costos.
El incremento de enero incluye un 6,26% correspondiente al Índice de Costos de Salud –fórmula que se utilizaba para los incrementos de las prepagas- más un 32,38% para los afiliados que tuvieron la cuota congelada en los últimos meses.
Esto último comprende el acumulado de los incrementos suspendidos desde fines de agosto -por decisión del exministro de Economía, Sergio Massa- para las familias con ingresos que no superen los $ 2 millones mensuales.
Los afiliados de las prepagas se han quejado en múltiples ocasiones por los habituales aumentos de las cuotas de las prepagas, a la vez que los médicos prestadores protestan por los bajos recursos que reciben de esas empresas a cambio de sus servicios.
Belocopitt recordó que los insumos y el equipamiento médico son importados y, por ende, resultaron afectados por la reciente devaluación. De todos modos, sostuvo que “sería mejor que el decreto vaya al Congreso, se discuta y se definan todos los casos para que no quede ninguna duda”.
“Me parece que hay que entrar en un proceso de ordenar un sistema que está muy roto y después competir libremente”, comentó el titular de Swiss Medical que, junto con Osde, concentran aproximadamente la mitad de los usuarios.
Más allá del aumento que ya estaba previsto para enero, aún se desconoce cuál será el sendero que tomarán las prepagas tras la publicación hoy del DNU 70/2023.
El decreto introduce modificaciones al marco regulatorio de la medicina prepaga, liberalizando los precios de sus cuotas y permitiendo a los afiliados redireccionar de forma directa sus aportes de salud a estas empresas.
Entre los considerandos del decreto se señala que la liberalización de precios permitirá “aumentar la competitividad del sistema”.
Hasta hoy los aumentos debían ser autorizados por el Estado en función de criterios de razonabilidad y de variaciones de la estructura de costos de la firma: para ello, desde la administración de Alberto Fernández, se utilizaba un Índice de Costos de Salud que era publicado mensualmente por la Superintendencia de Servicios de Salud, el cual sustituyó los aumentos discrecionales que autorizaba el Poder Ejecutivo en los gobiernos anteriores.
Como referencia, dicho índice dio 6,26% en noviembre último (que se usará para los aumentos autorizados en enero), 11,51% en octubre, 10,98% en septiembre y 6,97% en agosto.
El índice tiene un rezago de dos meses respecto al momento de relevamiento de los datos y la fecha de aplicación de las alzas en las cuotas. Del mismo modo, el DNU elimina los topes de aumentos -equivalente al 90% de la variación mensual del Índice de Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte) – que regían desde 2022.