Después de las 13 horas de hoy, se inició el homenaje al otrora presidente de la ACTC, Octavio Justo Suarez, en el monolito que perpetúa su nombre, ubicado en la ruta provincial 74, en las proximidades del cruce Scarminacci.
Treinta años atrás, un 23 de Septiembre, trágicamente nos dejaba el querido Gordo, cuando venía peleando con un selecto grupo de actores, la primera Vuelta de Benito Juárez, que tenía lugar en los 32 kilómetros del panorámico escenario de las sierras.
Mazzacane, y la cúpula teceista en Tandil
El presidente de la ACTC, Hugo Héctor Mazzacane, encabezó la comitiva teceista, que se hizo presente en el sentido homenaje, acompañado por el secretario general Rubén N. Gil Biscella, el tesorero de la entidad de la calle Bogotá, Facundo Martin Gil Biscella, los vocales Héctor Eduardo Ríos, Enrique Héctor Pourciel, demás colaboradores y allegados.
La dirigencia fue recibida en su despacho, por el Intendente Municipal de Tandil, Dr. Miguel Ángel Lunghi, y su equipo de trabajo, para trasladarse posteriormente a la zona de la ruta 74, donde se encuentra el monumento, lugar donde cayó para siempre, el gran Octavio.
Presencias de ex – pilotos e instituciones
Varios compañeros de ruta de Octavio, acompañaron el momento emotivo, recordando su paso por este mundo. Su hermano Pedro, y Diego, hijo del malogrado piloto de Banfield, vivieron con mucha emoción este instante. Protagonistas de distintas épocas se acercaron a Tandil, como Juan Manuel Landa, el último ganador en 1992, de la clásica edición serrana, el hombre de Chivilcoy, Juan María Ayarza Garré, el “Vasco” de Lobería, Francisco Altuna, Roberto Juan Caparello, Juan F. Arrechea, los balcarceños, Carlos y Mariano Calamante, Luis Miraldi, José “Pepino” Malisia, Julio Del Giorgio, y Sebastián Lauzurica, entre otros.
Asimismo estuvieron presentes directivos de instituciones, la gente del Tandil Auto Club, con su presidente Omar Francisco García, miembros de comisión, y ex dirigentes, la gente del Automóvil Moto Club Olavarría, encabezado por su presidente César Benigni, el ex presidente de esa entidad Dr. Amílcar Dirazar, el titular del Club Alumni de Benito Juárez Dr. Roberto Cittadini, y el secretario Guillermo Perco, además del periodismo local, zonal, y nacional, como así también una gran cantidad de público, amantes de la máxima, llegaron al Paraje Scarminacci.
Placas recordatorias de la ACTC, Municipalidad de Tandil, y Tandil Auto Club, fueron descubiertas, como así también la gente de Olavarría y B. Juárez, hicieron lo propio, con otros recordativos y ofrendas florales.
El Intendente Lunghi abrió el homenaje
Emotivas palabras del Intendente Municipal de Tandil, Dr. Miguel Lunghi, recordando la figura de Octavio Suarez, haciendo hincapié en lo que representaba para el Turismo Carretera. Omar F. García, titular del Tandil Auto Club, evocó con emoción al incansable piloto.
Luego el secretario de la ACTC, Rubén Gil Biscella, destacó la personalidad, y la lucha de Octavio para afirmar, y posicionar al T.C. en momentos complicados.
Pedro Suárez, hermano, y acompañante del recordado banfileño, fue otro de los oradores, poniendo de manifiesto lo que representó el querido Gordo, como piloto y luchador permanente de la categoría, también Diego Suarez, hijo, muy emocionado, agradeció el homenaje, recordando con nostalgia a su padre.
El presidente de la Asociación Corredores Turismo Carretera, Hugo H. Mazzacane, expuso conceptos, vertiendo recuerdos imborrables, describiendo la personalidad del ex-presidente, su trabajo, entrega, y su lucha para salvar la categoría.
José Luis Benedetto, expresó sus sentimientos para el tenaz, y laborioso dirigente, mientras Alberto Gagliardi, le puso emoción a la despedida, quien estuvo en la conducción del homenaje.
Juan Ayarza Garré, solicitó expresar algunos conceptos, antes de clausurar el homenaje. Con profunda emoción el recordado hombre de Chivilcoy, destacó las virtudes, la honestidad, y lo que representaba O. Suarez, para los pilotos y la categoría.
UNA CARRERA SIN RETORNO
En la serena mañana del 23 de Septiembre de 1984, mientras disputaba la competencia de Turismo Carretera, Primera Vuelta de Benito Juárez en el semipermanente de Tandil, detuvo su máquina por última vez, el “Gordo” Octavio, para pasar a ser recuerdo.
Estampa de caudillo, y de hombre fuerte. Manejó con personalidad y convicción la ACTC, en un momento de serias complicaciones, y le dio resultados. Así logró recuperar y reverdecer al Turismo Carretera. No se casó con nadie, pero atendió a todos. Primero la ACTC, luego los demás, era la premisa de Octavio.
Humilde, indiscutido, sin lujos, ni pinta. Su voz ronca imprimía respeto, también simpleza.
Así era Octavio, serio, simple, y trabajador incansable. Piloto, hombre, dirigente y amigo. Se fue a los pagos del silencio, y dejó una lágrima en cada T.C.