En Inglaterra le dicen Emi y esta temporada que acaba de terminar asistieron a su explosión. Emiliano Buendía anotó 15 goles con la camiseta de Norwich y fue uno de los pilares del equipo amarillo, que retornó a la Premier League.
Esas actuaciones pusieron al marplatense de 24 años en la vidriera y fue Aston Villa el club que decidió abrir la billetera para quedárselo: pagará US$ 46 millones fijos y otros siete variables en función de los objetivos deportivos para quedarse con el talentoso futbolista argentino, que abandonó su Mar del Plata natal a los 11 años para cumplir su sueño de triunfar en el ex Birmingham, Buendía tendrá como compañero a otro argentino, también marplatense y protagonista de una historia similar a la suya: el arquero Emiliano “Dibu” Martínez.
El desempeño del ahora exfutbolista de Norwich en la última temporada justifica no sólo la inversión que realizará Aston Villa (será la compra más cara de su historia, superando al inglés Ollie Watkins, quien llegó en el último mercado a cambio de casi 40 millones de dólares) sino el interés de otros equipos como Arsenal o Atlético de Madrid, clubes que también sondearon al argentino.
Buendía fue galardonado con el título de mejor futbolista de la Championship, la segunda categoría del fútbol inglés, por delante de su compañero Teemu Pukki (finlandés y autor de ¡26! goles de Norwich en la temporada) y del inglés Ivan Toney (29 goles para Brentford, máximo realizador de la categoría). Además de anotar 15 goles por su cuenta, Buendia entregó otras 15 asistencias. Una brutalidad para un mediocampista ofensivo. Si Norwich regresó a la Premier League fue en gran medida gracias a los goles de la dupla Pukki-Buendía.
Los Canarios, tal como se conoce a Norwich en Inglaterra, intuían que algo grande iba a pasar con el argentino. Sus ejecutivos declararon que el suyo es “un club vendedor” y abrieron las puertas para que llovieran ofertas por sus mejores futbolistas. Buendía fue el primero y estrenó el mercado de pases en las grandes ligas para los jugadores argentinos. Pero no será el último: los clubes más poderosos siguen desde hace un par de temporadas a Max Aarons, el lateral derecho de Norwich que tiene futuro de selección inglesa. Y otro que podía emigrar es Todd Cantwell, el dínamo de la mitad de la cancha del equipo que dirige el alemán Daniel Farke.
El periplo de Buendía hasta jugar en las grandes ligas se parece al de muchos jovencitos argentinos que dejan el domicilio paterno en busca de su sueño. A los 11 años, y luego de atraer las miradas de profesores de educación física y entrenadores de infantiles, Buendía dejó Cadetes, en Mar del Plata, y se fue a la casa de Juan Eduardo Esnaider, en Madrid. Allí se encontró con otro argentino, Santiago Feuillasier. Buendía recaló en las juveniles de Real Madrid. Luego, pasó a Getafe, donde comenzó a mostrar destellos de su calidad y coleccionar partidos. Hubo un pasaje relámpago por la Cultural Leonesa y luego llegó el llamado de Norwich, para intentarlo en la gran liga inglesa. Bastaron 1,5 millones de euros para convencer a los madrileños de dejarlo ir. Y hacia allí fue Buendía, que necesitó tres temporadas completas para explotar en la tierra de los inventores del fútbol: en la última hizo más goles (15) que en las dos anteriores. Sumadas.