A más de ocho días de las elecciones internas de la Unión Cívica Radical (UCR) en la provincia de Buenos Aires, la lista Futuro Radical, liderada por Pablo Domenichini, denuncia la falta de transparencia en el escrutinio definitivo y reclama a la Junta Electoral del partido, controlada por el oficialismo, que finalice el conteo de votos. Según Futuro Radical, aún no se computaron los resultados en ocho distritos clave, lo que ha generado preocupación y dudas sobre la legitimidad del proceso.
La elección, celebrada el domingo 6, había concluido en un clima de incertidumbre. Ambas listas se proclamaron ganadoras durante la noche, pero la Junta Electoral partidaria publicó los resultados del escrutinio provisorio, declarando como vencedor a Miguel Fernández, candidato de la lista Unidad Radical, alineado con el sector de Maximiliano Abad. El conteo provisorio dio a Fernández el 55,38% de los votos, frente al 44,62% de Futuro Radical, lo que generó celebraciones en su sector. No obstante, desde Futuro Radical cuestionaron la validez de esos números, argumentando que no se tuvieron en cuenta los votos de Quilmes, donde su lista tiene un fuerte apoyo.
“El radicalismo es sinónimo de institucionalidad, transparencia y democracia. No vamos a permitir que se lleven a cabo maniobras oscuras que comprometan la integridad del proceso electoral”, afirmó el comunicado de Futuro Radical. El sector de Domenichini insiste en que los votos registrados en las actas les otorgan la victoria y exige que la Junta Electoral actúe con imparcialidad, advirtiendo que, de no respetarse el proceso, recurrirán a la Justicia.
Domenichini, enfilado tras el sector de Martín Lousteau, destacó la necesidad de un radicalismo con identidad propia y con vocación de liderar en la provincia. “El partido tiene que tomar decisiones en función de lo que cree que es mejor para los bonaerenses”, afirmó el dirigente, subrayando la importancia de la figura de Facundo Manes para revitalizar el espacio y consolidar una alternativa política en Buenos Aires.
El conflicto interno y las acusaciones de manipulación en el escrutinio definitivo ponen en jaque la estabilidad de la UCR bonaerense, en un momento clave para el partido en la búsqueda de consolidar liderazgos y definir su papel dentro del escenario político provincial.
