El martes por la tarde, se dio a conocer la noticia de la profanación de la cripta de la Iglesia Catedral, el templo mayor de la ciudad. Numerosas muestras de repudio, indignación y dolor han manifestado los fieles, y desde ese día se han ofrecido misas y oraciones en desagravio. El próximo viernes 1 de noviembre, a las 8 de la mañana, en la misma cripta,el obispo de Mar del Plata, monseñor Antonio Marino presidirá la misa que también ofrecerá en desagravio por este gravísimo hecho. Durante el mediodía de ayer, se hizo presente el comisario de la Policía Federal e intervino la Policía científica en el lugar.
“Fui informado el martes del hecho, cerca de las 14. Estaba en una reunión y poco después me trasladé a la catedral. En la cripta comprobé visualmente algunos aspectos. Las señoras que se ocupan de la limpieza ya habían adecentado el lugar, limpiando los excrementos y el ultraje del altar y de la estatua yacente de Santa Cecilia. La imagen de la Virgen de los Desamparados estaba sin su manto, había sido arrancado y tirado por el piso. Los cofres de vidrio, con numerosas reliquias de los santos, habían sido abiertos. Y ayer se comprobó que faltan 196 reliquias, casi la mitad de las que hay en la cripta. Un pergamino antiguo relativo a las reliquias, estaba fuera de lugar”, detalló monseñor Marino.
Al reflexionar sobre lo sucedido, con profundo dolor, el obispo consideró, “vivimos en una sociedad que fomenta el nihilismo, el sinsentido de todo. Estamos en presencia de una expresa voluntad de agravio y ultraje a lo sagrado. Según el testimonio del personal de limpieza, tanto el altar como la imagen de Santa Cecilia estaban enchastrados con materia fecal. En otras oportunidades han aparecido inscripciones sacrílegas o dibujos pornográficos. Uno diría que se ha instalado una mentalidad extraña, fruto del secularismo”.
“Miles de personas que pasan por el templo diariamente, que vienen a la misa, que hasta hace pocos días se celebraba en la cripta, están muy dolidas con lo que pasó. Para todos nosotros, para la Iglesia entera, y la mayoría de los ciudadanos es algo espantoso lo que ha sucedido”, consideró el presbítero Héctor Bachmeier, vicario parroquial de la Catedral. “El papa nos pide que seamos una Iglesia de puertas abiertas, pero muchas veces se cierran por este tema de la inseguridad. Aquí en Catedral, está abierta desde las 7 de la mañana hasta las 20, y corremos estos peligros pero apostamos a que la Iglesia esté abierta para que las personas puedan encontrarse con Jesús, María, y los santos”.
Preocupación y acompañamiento del papa Francisco
El presbítero Gabriel Mestre, párroco de la Iglesia Catedral se encuentra ausente durante estos días, dado que presentó en Roma un libro de su autoría. Según informó durante la tarde de ayer, pudo estar cerca del papa Francisco y hacerle llegar la lamentable noticia de la profanación de la cripta de la Catedral. “Se mostró conmovido y preocupado y dijo que reza especialmente por la comunidad de la Catedral”, manifestó Mestre desde Roma.