La ciudad turística más grande e importante de nuestro país, tiene un perfil cuyo inicio nos reporta a la primera presidencia del general Juan Domingo Perón, y en especial a la participación del gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Manuel Mercante, que giraban bajo el slogan: “Con Perón y Mercante la Argentina va adelante”.
El brazo largo del peronismo en la obra pública, monta sus antecedentes en la Mar del Plata que se edificó desde entonces. Montados en la creación de una demanda que arrancó en grandes construcciones de obra pública, por ejemplo Casino Central, Hotel Provincial, Hoteles de Chapadmalal, la construcción de la Ruta Nacional 2 entre Dolores y Mar del Plata.
El libro es una pintura de la eficacia del relato, clásico del peronismo, en tomar como propias las demandas sociales que surgen como reclamos genuinos y capitalizarlas con oportunismo de sus expresiones políticas, que inexorablemente no han tenido el mejor final.
“Mar del Plata un sueño de los argentinos”, es el libro de Juan Carlos Torre, doctor en Sociología, por la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París, autor del libro, escrito en Co autoría con Elisa Pastoriza, profesora emérita de la Universidad Nacional de Mar del Plata
El autor es un sociólogo especializado en estudiar y entender muy profundamente al peronismo y los movimientos obreros en la Argentina.
Se debate el tema es las sociedades igualitarias, están en discusión en Chile y Argentina. En Argentina siempre se ha pensado que tiene como su horizonte ser una sociedad igualitaria y Mar del Plata es un emblema de eso
Argentina desde muy temprano estuvo animada por un impulso igualitario. Todo argentino por haber nacido en Argentina se presume que tiene los mismos recursos y mismos derechos que los demás, esa es una idea inspiradora. A través de los años se va a materializar y va a hacer de la sociedad argentina una sociedad móvil y porosa.
Mar del Plata es una ventana a ese impulso igualitario, porque creada como fue en 1885, 1890, 1900, como villa balnearia de los sectores altos, muy rápidamente se convirtió en un objeto deseo del resto de los argentinos, que comenzaron a fluir con la consigna ¿Y por qué yo no?
La oligarquía argentina y estos meses, días de descanso en un balneario que se quería parecer a Europa, sin embargo hay ya una mirada igualitaria por la mirada de los otros no porque esa oligarquía lo pensara en términos igualitarios
No sé si se piensa en términos igualitarios, no viene al caso. Lo interesante es que una oligarquía abre generosamente las puertas, y por ellas, comienzan fluir en forma molecular, espontáneamente, muchos otros sectores sociales. Al punto que esas clases sociales altas que habían creado esa villa balnearia, poco a poco comienza a retroceder sobre su propia creación y lo vamos a ver en 1920, cuando abandonan la Playa Bristol. Ese era el sitio de su elegancia y comienza el éxodo en su dirección al Sur, a Playa Grande, dejando los lugares originales a manos de los nuevos sectores sociales.
Unos pequeños y modestos no burgueses, son los que quieren disfrutar del verano, sin el oropel ni la sofisticación de las clases altas. Comienza la segmentación, no se va concretar todavía. Lo que tiene de interesante Mar del Plata, a diferencia de otros balnearios, es que son 25 km de playa, en Biarritz son 5 km. de playa y hay otros balnearios más chicos. Como son chicos, eso de encontrarme siempre con los más parecidos, provoca segmentación.
En cambio Mar del Plata con esos generosos 25 kilómetros de playas, los más diversos sectores sociales pudieron participar del veraneo bajo el mismo sol y la misma playa. Diferenciada socialmente, se convierte en un destino para una diversidad importante de Argentina. Es la historia de este libro, no es la historia de Mar del Plata propiamente, pero no la historia de una idea de Mar del Plata.
La maquinaria educativa de la clase dirigente del finales del siglo IXX por ejemplo el Colegio Nacional de Buenos Aires con esa infraestructura maravillosa representaba una especie de entidad consagrada que tenía que ser admirada donde se impartía educación. Es decir infra estructura, edificio, arquitectura, apuntaban a una idea de estado de nación y sociedad. Se puede hacer esa misma lectura en relación a la Mar del Plata imaginada por las clases dirigentes y el modo que imagina luego el peronismo a esa ciudad
Apenas la crean los sectores altos, se inviste de un poder social. Ir de veraneo a Mar del Plata se convirtió en una obligación social. Sectores altos sin recursos suficientes, porque una mala cosecha los dejaba fuera de combate, cerraban las puertas de su residencia y avisaban que estaban en Mar del Plata, cuando no lo era. Ir a Mar del Plata se convirtió en una obligación social y quienes no eran de los sectores altos, también sintieron que merecían eso.
En 1900, si alguien se portaba bien en la escuela, su premio era un viaje a Mar del Plata, si era un buen maestro el premio era Mar del Plata, era una consagración social. Va a condensar ese sueño de los argentinos de una excelencia compartida. La pertenencia ya no es central, sino es apetito que mueve a la Argentina y que la distingue de América Latina, el resto no tiene ese espíritu igualitario.
Argentina es un país en donde los de abajo miran a los ojos a los de los arriba, esto distingue a este país del resto de América Latina. Mirar a los ojos es una señal de auto respeto, de dignidad.
El colapso es esa deferencia, que los de abajo suele ofrecer a los de más arriba. Hay búsqueda de una paridad. Hay jerarquía sin duda, pero esa jerarquía siempre está sometida al asedio.
La palabra invasión ha sido frecuente para hacer la historia de la sociología argentina, se la usa sobretodo en el caso del peronismo, la sensación de invasión. Sectores de la sociedad constituida ante esas masas proletarias. La palabra invasión preexiste al peronismo y la vemos en 1928: Un señor de la primera época, dice – me acuerdo cuando entraba en el Hotel Bristol al comedor todos nos conocíamos, era como un palco de la vieja ópera. Ahora en 1928 cuando voy por la rambla:
“me siento que estoy en otro país”
ésta idea de la sensación de asedio, es propio de una sociedad que multiplica las vías de la movilidad social.
En el sentido común está instalado que el peronismo con movimientos obreros y sindicales irrumpe en Mar del Plata y cambia la lógica de la exhibición y representación de los distintos sectores sociales. Sin embargo se señala que mucho antes
Esa idea es la eficacia de un relato, apenas uno lo mira de cerca con la lupa de la investigación, se vuelve agrietado, porque la Mar del Plata que conocemos ahora se la hace en 1938 y 1940. El gobernador de la Provincia de Buenos Aires, se llama Manuel Fresco, que suprime todo rasgo de la vieja Mar del Plata, de la élite, y construye esos súper edificios que son el Hotel Provincial y el Casino Central. Despeja así de movida, en 1940, el escenario de esa ciudad balnearia. Sobre esa ciudad balnearia se incorporará luego el peronismo, pero el escenario ya está definido de antemano
Ese Hotel Provincial no estaba pensando para la élite, sino para clases media que iban invadiendo la ciudad
La Argentina de los años ‘20 y ´30 es dominada ya por un espíritu “clasemediero”, para ese espíritu se abre la puerta de Mar del Plata, no sólo en la Argentina, sino en el mundo irse de vacaciones se vuelve una moda muy familiar. Argentina es un país extrovertido, está sintonizado con lo último, es interesante lo que dice Fresco en 1936: “Se dice por ahí que en momentos de crisis no hay nada mejor que la obra pública un keynesiano, conservador y fraudulento, construye con esa filosofía este súper balneario que es Mar del Plata”
Eso es pan y circo
No, no tiene nada que ver. Quiere decir que Argentina está recuperándose de la crisis del año ´30. Las inversiones en obra pública son mano de obra, es empleo en 1930.
Pero esa inversión de obra pública en un balneario, no en un hospital sino ofrece esparcimiento
Sin duda, es la demanda de la época, es también el asfalto, Dolores – Mar del Plata Se llegaba a hasta Dolores, por tierra era difícil. Siempre hubo tren, en los años 20 algunos aventureros en auto, el Touring Club organiza una expedición de 50 autos, que les lleva casi un día llegar desde Capital Federal. La pavimentación de esa ruta cambia el estado de la llegada al balneario. Mar del Plata se vuelve abierta y generosa, porque hay una ruta y una infraestructura acogedora.
Están los sectores acostumbrados, clase dirigentes, de la élite clase dirigente a ir a Mar del Plata se abre e incorpora a los sectores populares se incorporan fácilmente a ese hábito de las vacaciones que no les pertenecía de alguna manera.
La idea de no pertenecer es una idea discutible, porque en Argentina todo el mundo siente que todo le pertenece. En cambio en Argentina, la idea si no me corresponde o sí me corresponde, está siempre en debate, esa idea de que no me pertenece no es tan cierta, porque todo el mundo siente que tiene derecho a eso.
Planes desde el Estado para que los turistas viajaran efectivamente a Mar del Plata, desde los sectores más populares y costaba que llegaran allí
En 1920 hay elecciones, curiosa experiencia y un socialista gana la comuna. Hasta ese momento Mar del Plata era recorrida por gente que venía por la suya. Entonces los socialistas dicen: no ahora esto tiene que ser una política pública, política oficial. Y lanzan una consigna extraordinaria en 1923, Pro democratización de Mar del Plata. Hasta ese momento era una experiencia molecular se convierte en objeto de política pública, y son los socialistas los que comienzan con iniciativa de carácter público para tratar de aumentar la gente que va a Mar del Plata.
Con un efecto fenomenal. Aparece luego Fresco se van sumando y aparece el peronismo Hasta que llega el peronismo y lanza una política de turismo social. Ya para entonces Mar del Plata está al acceso de todos, vamos a tratar de hacer más plena la idea, lanza una mega iniciativa. La colonia de vacaciones de Chapadmalal a 30 kilómetros de Mar del Plata, la ciudad no es tocada todavía por el largo brazo del Estado peronista.
Quien de alguna manera se anticipa porque hay que construir 9 hoteles de 500 camas cada uno, es el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Manuel Mercante propone “usted se paga el pasaje y la provincia el hospedaje” e invita a los sectores populares a inscribirse.
Manuel Mercante le dice a los hoteleros necesito 20, 30 camas, arman combos de oferta de 300, 400 camas e invita a los trabajadores a ir a Mar del Plata, al principio andan con vueltas. Hay viejos obreros los mercantiles, ferroviarios, bancarios que conocen qué es ir de vacaciones. Pero hay un millón de nuevos trabajadores que llegan a Buenos Aires y Gran Buenos Aires entre 1936 y 1946 que vienen del campo, la idea de las vacaciones era medio rara.
Mercante ( NdR. iniciador del peronismo y en la línea de sucesión política presidencial de Juan Domingo Perón), hace esa convocatoria, no se anota mucha gente, y cuenta el brazo derecho (de Mercante) dedicado al turismo social que llegó el caso de una oficina pública que llegó a exonerar a los trabajadores que no se inscribían. Entonces se hizo lo que llamaríamos hoy en día un focus group: Eso no es para nosotros Ir de vacaciones, a dónde, con qué ropa, en qué hoteles, se lanzó una política para anular ese prejuicio. Y se invitó a una masa crítica de veraneantes que volvieron muy contentos.
Se creó una expectativa que no existía, el peronismo va al encuentro de demanda, sin duda alguna, salario, empleo, bienestar, pero amplía el horizonte de la demanda y una de ellas es convertir el veraneo en Mar del Plata en un deseo de los sectores populares.
La imagen del peronismo se convirtió en eso. En seguir una ruta que estaba trazada. Porque en Mar del Plata, Perón inaugura en 1954 el Festival de Cine, y va decir :
– “hace 10 años, ¿cuándo? yo vine en 1944 era un balneario de ricos”
Nada más equivocada esa frase, no era un balneario de ricos. Era un balneario muy abierto, lo que pasa es que el peronismo creó una suerte de relato antes y después, que era el de una Argentina en la oscuridad, en la penumbra, en la explotación, cuando en realidad esa oligarquía ya se había batido en retirada y había entregado muchos de sus fueros a esas pujantes clases media de los años ´20 y ´30.
Se puede establecer una especie de continuidad entre el proyecto de la oligarquía de la generación del ´80 con la democratización de la escuela pública y esta democratización de Mar del Plata en una décadas posterior.
Se puede, no sé si es un proyecto pensado, es una idea que se nutre de una oligarquía liberal al principio, que abrió generosamente con dificultades y conflictos, pero que hizo posible que Argentina fuera lugar de destino de tantos inmigrantes europeos que venían al país y seguramente no venían a morirse de hambre.
Fuente: La Nación +
Autora: Luciana Vázquez