Carta de Lectores

¿El sol viene asomando?

macri_asuncixn.jpg_1572130063El título elegido no tiene que ver con Mauricio sí y Cristina no. Trata de ir más allá. De un futuro político amplio, con política en serio, al servicio de una única dirección, la del bien común de toda la gente y no la del bolsillo propio de funcionarios.

Aparece, y ojala que no sea un espejismo más, el sol. Esto se dará en la medida que una nueva dirigencia que se ve, joven, dinámica y prometedora siga con principios que no vayan a la comodidad del arreglo, del entuerto, cambio de figuritas y el tragarse sapos, como se dice en política, batracios que en realidad luego tiene que deglutir la sociedad con sus propios bienes. En esta dirección algunos tienen una nueva expectativa. Pero resulta fundamental que los nuevos en política (y aunque no tan nuevos, renovados) no se vean tentados por los brillos del poder, las internas partidarias en busca de cargos, aunque esto no esté mal en la medida que se busque servir y no servirse eternamente. Eternidad que obnubila y eleva, de tal manera que el ciudadano común no se siente escuchado, bien representado. Ninguno de sus pensamientos sirve, sólo viene bien lo propio y lo otro es de una casta inferior.

Todos los partidos vienen mostrando nuevos rostros, quizás un poco más lentamente en los tradicionales, aunque habrá que esperar y quizás no demasiado. Lo importante es que estén bien vacunados. Para la política también esa pinchadura viene bien, para que el poder no enferme. Que los malditos virus no contaminen las sanas inquietudes. Todo vale si se va muy por arriba del yo para encontrar el nosotros.

Parece que la lección hubiera sido dada desde una parte importante de la propia comunidad que busca paz, tranquilidad y no tanto sobresalto observando sin poder creer los vaivenes de la politiquería que han estado cubriendo demasiadas horas de nuestras vidas.

Por eso, es fundamental que el hacerse escuchar en forma desmedida, tenga igualmente un freno natural en las redes sociales. A las mismas se las ve explotando de insultos, ofensas, improperios y desvalor, pues se llama así o viene de allá. Ni de un lado ni del otro, con fanatismos, sirve para el entendimiento. Sería mejor la discusión creativa. No la distancia que marca sentirse el dueño de la verdad. Cada uno puede tener razones pero de ahí a querer imponer que se es propietario de la verdad sin propuesta alguna, sólo la desvalorización del otro sin posibilidad de respuesta, “no, no te escucho, estoy cerrado”, no sirve. Sin elementos discutibles, no se va a ningún lado y los argentinos nos debemos fijar entre todos un destino que no puede estar marcado por puntas tan distantes. Discrepar civilizadamente sirve para hacer pensar y cambiar. Nada de esto está mal. Lo otro sirve para afirmar los extremos y el odio.

Quizás entonces, si ayudamos a correr las nubes con nuestro humilde soplo, valga la pena decir que el sol viene asomando, aunque no sea propiamente el del 25, como dice la canción.

Miguel Toscano

 

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