La situación había desbordado a las autoridades locales, dado que el eje del conflicto se había instalado en el puerto local, el cual se había bloqueado y no permitía la descarga de 3.000 toneladas de pescado, captura que permanecía en las bodegas de los buques factorías de las empresas. Las fuentes consultadas negaron la presencia del ingeniero Horacio Tettamanti en las negociaciones, tal cual había asegurado el presidente del Concejo Deliberante Marcelo Artime, el sábado anterior.
Luego de casi veinte días de conflicto, los empresarios y el SOIP acordaron un incremento salarial del 30 por ciento. Se abonará en tres veces y resultó clave la intermediación del gobernador Daniel Scioli.
A las puertas del fin de semana largo de Semana Santa y en el inicio de la tercer semana de conflicto en el puerto de Mar del Plata, el Sindicato de la Industria del Pescado (SOIP) y la Cámara de la Industria Pesquera Argentina (CAIPA) llegaron a un acuerdo salarial.
Luego de frustradas reuniones y de rescindir pretensiones de ambas partes, se firmó un incremento salarial del 30 por ciento, el cual será abonado en tres cuotas de un 18 por ciento retroactivo a marzo, 6 por ciento en julio y el restante 6 por ciento en noviembre.
La rúbrica del acuerdo se produjo en la delegación del Ministerio de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires, demostrando la importancia que tuvo en la solución del conflicto la intervención del gobernador Daniel Scioli que durante la mañana instruyó a sus ministros para que profundicen las acciones para contribuir a destrabar el conflicto pesquero vigente, según se informó oficialmente.
Con la medida, Scioli buscó impedir que corra riesgos la provisión de pescado durante la Semana Santa, ante la continuidad del bloqueo de los accesos al puerto de Mar del Plata que impedía que se desembarque las casi cinco toneladas de pescado que se encuentran en las bodegas de los barcos.
Alberto Pérez y los ministros Oscar Cuartango (Trabajo), Ariel Franetovich (Asuntos Agrarios) y Eduardo Camaño (Gobierno) mantuvieron contactos con el gobierno nacional y los representantes de las cámaras y sindicatos del sector, en la búsqueda de encontrar la salida al conflicto.
Si bien se habían generado expectativas ante un posible acuerdo que permitiera el levantamiento de las medidas de fuerza y la normalización de la actividad, las partes no llegaron a un acuerdo durante el fin de semana, y el reclamo mantenía paralizada la actividad.
Mientras el conflicto se prolongaba en el tiempo, las repercusiones mediáticas hicieron foco en las toneladas de pescado que se echaron a perder y que esta situación provocó que las pescaderías de todo el país sufrieran un desabastecimiento en el inicio de Semana Santa, la época de mayor consumo en el país de pescado.