Felicitas sale a pasear dos veces al día con su bulldog inglés: Floyd. Las vueltas a la manzana son cortas y siempre por lugares conocidos. “El recorrido es parte de la rutina, no puedo improvisar porque no es ágil, y se desorienta fácilmente”. Estas vacaciones lo llevo de viaje a la Costa Atlántica. “Suelo ir con él a todas partes, salvo a destinos que no me parecen seguros para él. La playa me pareció una opción ideal”. Una vez en destino se encontró con un escenario inesperado. “Había una superpoblación de animales. Perros que salían de cualquier lugar, sin collar, ni dueños a la vista”.
Esta postal es bastante habitual. Durante los meses de verano se dan la mayoría de los abandonos de mascotas. Si bien nada justifica la acción, la Cámara de Empresas de Control y Administración de Infracciones de Tránsito de la República Argentina (CECAITRA), realizó un sondeo en CABA y Gran Buenos Aires e indagó sobre cómo se actuaría al encontrarse con un animal en la vía pública. El 27% indicó que lo retendría e intentaría localizar a sus dueños. Una tarea compleja ya que muchas veces no llevan ningún tipo de señalética.
En medio de este contexto es que surge Simae, una plataforma con un sistema de identificación electrónica para mascotas y animales exóticos. Creada por José Pereyra, un emprendedor de 67 años nacido en la provincia de Buenos Aires que lucha por la concientización de una tenencia responsable. “El chip funciona como la cédula del animal, número de identificación o huella digital de su mascota, es una forma de certificar propiedad”.
La aplicación es sencilla e indolora, se hace por única vez
El microdispositivo que se implanta de forma subcutánea es del tamaño de un grano de arroz y no genera ningún tipo de malestar a los animales. “Una vez colocado, se activa al ser leído por un escáner que muestra el número en la pantalla del lector. Ese ID está asociado a la base de datos que guarda el nombre, la dirección y teléfono del dueño, las señas particulares de la mascota y el historial de vacunación”, explica. Para leer el número hace falta el dispositivo adecuado. “No cualquier persona podrá acceder a los datos, hay que contar con la tecnología”, detalla el especialista desechando preocupaciones de seguridad.
En la ciudad de México, la medida ya es obligatoria. En 2014 los legisladores locales aprobaron un reforzamiento a la Ley de Protección Animal, que obliga, entre otras medidas, a los dueños de mascotas a colocar un microchip subcutáneo. También es un requisito obligatorio para el ingreso de mascotas en países como Uruguay, la Unión Europea, Australia y Nueva Zelanda, entre otros. Y José trabaja para que en algún momento lo mismo ocurra en el país.
Pereyra logró conformar una red de veterinarias y refugios en todo el país
La implantación no es un método invasivo, al contrario. Debe realizarlo un veterinario, y la aplicación es similar a una inyección. Lo explica: “Se hace por medio de un inyector cómodo de usar, ergonómico, y manejable. En segundos, y por única vez, tenés a tu mascota identificada de por vida”. Tampoco altera al animal, porque no tiene baterías, ni emite radiaciones. Es un dispositivo pasivo.
-¿Qué ocurre cuando se pierde una mascota?
-Con un escaneo rápido podrán encontrar el código único de 15 dígitos, así como los datos de la base de datos de microchips con la que está registrado tu perro. Revisarán algunos controles de seguridad y, suponiendo que todo esté bien, proporcionarán al veterinario o al personal tus datos de contacto.
La identificación de mascotas no sólo brinda información del propietario sino del estado de salud del animal
Para Pereyra, el registro no es su única ventaja. También es una manera de obtener la información de salud. “Ante un problema como puede ser que un perro muerda o otro, o incluso a alguna persona podes acceder a su estado de vacunación y evitar trastornos posteriores”, resalta su creador.
-¿Cómo llegaste a lo que hoy es Simae?
-Soy productor ganadero, y hace más de una década trabajé con empresas norteamericanas que desarrollan sistemas electrónicos para identificación de ganado. Esta idea nació hace casi nueve años con una inversión de 10.000 dólares, y creció muy rápido. Hoy hay más conciencia del cuidado animal, aunque todavía queda mucho por hacer.
-¿Se podría usar en otras especies?
-Sí. Y es una herramienta importante en la preservación o conservación de animales exóticos o en vía de extinción.