Ayer la empresa 9 de Julio que tiene a su cargo la recolección de residuos, no cumplió con el servicio, ante un paro de los camioneros por falta de pago. Sin embargo el titular del ENOSUR , ingeniero César Regidor, dijo que la empresa tiene hasta adelantos sobre certificados de servicios que no ha prestado.
Esta situación es de extrema gravedad, si nos atenemos al servicio que pagan los marplatenses. La afirmación de Regidor es una verdad a medias, ya que la Municipalidad le adeuda a “la 9”, $ 60.000.000 aproximadamente, que se arrastran desde el gobierno de Katz y se han redondeado en el 2008/9, en la gestión de Gustavo Pulti.
La empresa 9 de Julio cobra casi $ 6.000.000, mensuales y paga en conceptos de haberes líquidos (sueldo de bolsillo) $ 3.500.000, más cargas sociales, entre sus 700 trabajadores, $ 5.000.-/promedio “per capita”, debido a ello Moyano siempre está pidiendo a C.F.K. que eleve el mínimo del Impuesto a las Ganancias. En algunos casos por barrer 30 cuadras de cordón cuneta.
Este contrato ya es inviable en condiciones normales. Financieramente asfixiada, en convocatoria de acreedores, la estrangulación de caja dejó a los camioneros sin percibir su sueldo. Salen en el primer camión del servicio y verifican en el primer cajero automático si está o no la plata depositada. Si ello no ocurre la flota no sale y el servicio no se cumple. No sería extraño que en el concurso de acreedores la deuda “pos concursal” sea superior a la del origen de la convocatoria de acreedores.
Existen varias anormalidades, en torno a este contrato adjudicado a un sobreprecio sustancialmente superior al presupuesto oficial, durante el gobierno de Daniel Katz, y hasta administrativamente con falta de transparencia, se adjudicó a una empresa que iba en UTE, la cual no fue la que firmó el contrato, cuestión de fondo que nadie investigó y faltó también en el tratamiento de la cadena oficial de información del Multimedios La Capital.
Tras el adelanto que entregó la Municipalidad, la empresa se fumó el dinero de los sueldos, para el pago de los cuales la comuna, hace un esfuerzo financiero notable. Ahora también con un mecanismo de bicicleta financiera, accediendo a fondos afectados, que en este delicado equilibrio de relación comitente/contratista, se terminan arrastrando entre sí.
Todo con el dinero de los contribuyentes. Por eso cuando se habla de presupuesto participativo y aumento de tasas con sentido progresivo, es una algarada que no se puede sostener.
En otra de las curiosidades, que tiene está prestación, quien está a cargo del control del servicio es Héctor Martínez, secretario General del Sindicato de Trabajadores Camioneros, algo así como estar en el horno y con papas. Según la información a la que ha podido acceder mdphoy.com , Martínez ni aparece en sus funciones es otro “ñoqui vip” por el cual sólo se le estaría reconociendo “mantener operable la playa de descarga del predio de disposición final”,que ya estaba colapsado hace 15 años.
La 9 de Julio no renovó su flota de camiones (25 unidades) en los últimos cuatro años, incumpliendo el pliego de bases y condiciones, un contrato que se cumple con todas las irregularidades posibles, merced a la amnistía que se logró con Martínez, por supuesto que Hugo Moyano no es ajeno a todas estas maniobras. Hay sobradas causales de rescisión de contrato.
La 9 de Julio goza de todos los privilegios legislativos, en lo que respecta a actualización a valores retroactivos de su servicio mensual, de los cuales surge la cuantiosa deuda, que únicamente se podrá pagar con la emisión de deuda pública de la Provincia y/o la municipalidad, como está previsto. En síntesis esta política de Moyano y sus boys, está llegando a su fin, ya que no se cumple con los servicios mínimos.
Si la Municipalidad no le paga a la 9 de Julio, se paraliza la recolección. Sino le paga al Sindicato de Trabajadores Municipales, ocurre otro tanto. Los manotazos a fondos afectados, más las partidas de Provincia y Nación, mantienen la línea de flotación, pero a medida que el agua siga subiendo en el interior, el naufragio estará más cerca.
Hoy para la actualización de los montos contractuales para la recolección, se apela a fórmulas propias de la indexación, que fueron abolidas durante el régimen de convertibilidad de Domingo Felipe Cavallo. En el caso de la 9 de Julio, se aprobó hasta lo que resta del año, es decir que por ordenanza tiene aumentos, ya contemplados por adelantado hasta fines de 2010. Con esta “previsión” se evitará la acumulación de deudas, la parte que se les escapó de un contrato cautivo.
Aún así hubo que soportar un paro. Este es un indicio que el modelo a la corta, o la larga, terminará desfinanciando al municipio, o cada vez será más determinante que el pago de tasas y derechos, sólo alcanza para vivir al día con camioneros y municipales. ¿Es necesario correr el riesgo de seguir pagando por adelantado, aún con los descuentos financieros? ¿Hay un plan B, para recoger la basura? Tal vez, sea el de siempre; los salvadores ATN, para ello es necesario el buen humor de Cristina y Néstor.
No sería de extrañar, que las complicaciones financieras de la 9 de Julio, sean mucho más complicadas, ya que la empresa vive del Estado. Si estornuda Rosario, contagia a Santa Fe, Mar del Plata, La Rioja o Tucumán.
¿En el Concejo? Siguen surfeando.
Jorge Elías Gómez
jgomez@mdphoy.com