Pasaron muchas cosas dice la información de prensa, hasta que Cristian “Toti” Iglesias formó Hijos del oeste. Principalmente pasó Jóvenes pordioseros, la anterior banda de Iglesias, que con un estilo similar hizo pie en el mercado cada vez más acotado de las bandas del rock barrial, esa relectura nacional de lo rollinga. Pero a juzgar por las letras de Hijos del oeste, las que se incluyen en Estalla, su primer disco, pasaron también muchas cosas a nivel vida.
Humo, olor a salón, mujeres, vicios. Un montón de cosas que forman parte del ideario rockero, ese que pone primera en milésimas de segundos y sale quemando la llanta. El grupo que conforman el mencionado Iglesias en voz y guitarra, Gabo en teclados, “Loco” Seba en bajo, Marce “Profe” Marín en guitarra y “Melena” Sánchez en batería -algunos ex Jóvenes pordioseros- casi saca muy bien diez felicitado en el boletín del rock barrial.
Para demostrar su nivel y su potencia, los Hijos del oeste estarán esta tarde a las 19 en Vinoteca Perrier -España 2051- presentando Estalla, ese primer disco con el que dijeron “presente” en el horizonte allá por octubre de 2008. El disco contó con las colaboraciones de Juanse de Ratones paranoicos, Manuel de la Mancha de Rolando y Tomás de Infierno 18, como para darle validez a la credencial.
Y como para continuar mostrando la chapa, si miran atentamente en la televisión podrán ver un video en el que aparecen varios jugadores de fútbol y personalidades del relato y el periodismo deportivo. Se trata de Adicto, el corte difusión que les ha dado cabida también entre las bandas futboleras, otro terreno que no hay que descuidar: la cancha, la hinchada, el fanatismo, lo popular.
Rockanrolles gancheros, poderosos y con melodías más que atractivas, como por ejemplo en el primer corte La noche que me diste, forman un producto compacto y demuestra que Hijos del oeste, detrás de esa imagen rotosa y urbana que se pretende imponer, sabe bien lo que hace. Para salir repitiendo “sólo quiero rock and roll, sólo quiero rock and roll”.