El radicalismo confirmó este domingo sus muy buenos resultados de las primarias y confía en recuperar el protagonismo en la discusión interna de Juntos por el Cambio, donde aseguran que quedaron en igualdad de condiciones con el PRO. “Ahora el radicalismo es socio pleno”, se entusiasman.
De las trece provincias que ganó JxC, los candidatos radicales aportaron triunfos en Corrientes, Jujuy, Mendoza, Misiones, Santa Fe y Santa Cruz, y compartieron las victorias en La Pampa y Córdoba. En esas y otras provincias ya hay radicales bien posicionados para pelear por las gobernaciones en 2023.
Pero acaso la gran noticia para el centenario partido es el surgimiento de Facundo Manes como figura en la provincia de Buenos Aires, donde obtuvo 1,2 millones de votos en las PASO. El neurólogo fue importante en la campaña en el interior bonaerense, pero también empezó a caminar otras provincias.
En el partido hay optimismo por lo que generan las recorridas de Manes y también destacan el rol protagónico que asumió Martín Tetaz en la campaña porteña. “La participación del radicalismo en Provincia y Ciudad de Buenos Aires fue muy importante”, dijo a LPO un dirigente radical. Nueva generación de líderes del partido a la que se suman Martín Lousteau, Emiliano Yacobitti, Rodrigo de Loredo y Carolina Losada.
En la UCR consideran que fueron uno de los grandes ganadores de la elección y creen que de ahora en más la relación con el PRO debe ser entre iguales. “Antes era una relación de sometimiento, se hacía lo que ordenaba Macri desde Buenos Aires”, graficó una fuente radical del interior del país.
A futuro en el radicalismo coinciden en que la interna del PRO entre Mauricio Macri, Horacio Rodríguez y Patricia Bullrich puede allanarles el camino para pelear palmo a palmo por la candidatura presidencial en 2023, no ya con una candidatura casi testimonial como la de Ernesto Sanz en 2015. Si hay dos listas del PRO y el radicalismo logra instalar un candidato fuerte, el escenario puede ser propicio, se esperanzan.
En el radicalismo sostienen que antes el PRO era una fuerza ordenada y a partir de ese orden interno se ordenaba a toda la coalición, encolumnada detrás de Macri. Pero ahora hay tres liderazgos fuertes y esa hegemonía que lograban con el orden, la perdieron.
Esta pérdida relativa del poder del PRO en Juntos por el Cambio está dada por el resurgir del radicalismo, pero también por el surgimiento de aliados como Luis Juez en Córdoba, Germán Alfaro en Tucumán y Claudio Poggi en San Luis.
“Tienen un problema serio adentro del PRO. Están teniendo problemas de liderazgo y de estrategia entre Patricia, Larreta y Macri”, afirmaron desde la UCR. A eso hay que sumarle el factor Milei y el desorden que podría generar un acuerdo con el ala dura.
La tensión entre la UCR y el PRO se anticipó este domingo en el búnker de Costa Salguero, cuando los militantes amarillos cantaron “el que no salta es radical” durante el discurso de Larreta. Fue una revancha de cuando días atrás los radicales incomodaron a Patricia cantando “con Milei no se habla”.
Una mirada un poco más de cerca de las elecciones confirma que en efecto el radicalismo se convirtió en una actor determinante en el triunfo nacional de Juntos. El surgimiento en Santa Fe del fenómenos Carolina Losada no es menor. Detrás de la periodista que le sacó casi ocho puntos al peronismo gobernante, se ubica el diputado radical Julián Galdeano. Resurgimiento al que se suma Maxi Pullaro cercano a Yacobitti.
Se trata de una nueva generación que incluso demostró audacia para meterse en la interna del PRO: en Entre Ríos apoyaron decididamente a uno de los grandes ganadores del domingo, el ex ministro Rogelio Frigerio que llevó como segunda de la lista a la radical Marcela Antola.
En Córdoba ese mismo sector logró ganarle las primarias con De Loredo a Negri y sumaron fuerza para la pulseada intermedia antes de dar pelea de fondo con el PRO: la conducción del partido.
Por ahora aparecen dos candidatos: Martín Lousteau y Gerardo Morales. La novedad es que más allá de como termine la pulseada por la conducción del Comité Nacional, los dos sectores tienen la misma visión de cómo debe ser la relación con el PRO: “Se terminó la relación de sometimiento”, graficó a LPO un dirigente del centenario partido.
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