Boca derrotó por 3-0 a Central Norte de Salta el sábado por la noche, con los goles de los uruguayos Edinson Cavani -por duplicado- y Miguel Merentiel, y clasificó a los 16avos de final de la Copa Argentina, motivo por el que Diego Martínez le dio un premio doble al plantel antes de una “final” con San Lorenzo.
El entrenador les dio el domingo y el lunes libre a los jugadores del Xeneize para que desde el martes regresen a los entrenamientos en el Boca Predio de cara al clásico del sábado a las 17 en La Bombonera frente al Ciclón, partido decisivo en la Zona B de la Copa de la Liga.
Si bien los dirigidos por Martínez todavía deben completar su compromiso contra Estudiantes de La Plata, el cual se suspendió en el minuto 27 por la convulsión que sufrió el chileno Javier Altamirano, una derrota con el Cuervo complicaría una apretada clasificación -que hoy los tiene a los dos grandes afuera- con varios equipos en disputa y casi lo obligaría a ganar los próximos partidos para pasar de ronda.
Es que por su parte, los de Boedo vienen de dos victorias al hilo que les devolvieron la vida en el certamen doméstico y están obligados a sumar tres puntos en su visita a Boca para mantener el el objetivo de entrar entre los cuatro cuadro que van a los cuartos de final. En resumen, el clásico del sábado es una final para los dos y previo a que ambos inicien sus competencias internacionales.
Lo cierto es que, después de San Lorenzo, Boca tendrá el difícil desafío de visitar el miércoles a las 21 a Nacional de Potosí en 4.090 metro de altura a nivel del mar en su debut en la Copa Sudamericana, mientras que el Ciclón tendrá su estreno en la Libertadores el mismo día, de local, contra el durísimo Palmeiras de Brasil. Pero los dos irán con lo mejor que tienen al clásico, sin guardar nada, y hay promesa de partidazo.