El diplomático de carrera Pablo Anselmo Tettamanti conservaría la Secretaría de Relaciones Exteriores pese a la salida de Felipe Solá. Su permanencia es un reflejo más de los desequilibrios de poder al interior de la coalición de Gobierno: Tettamanti es cercano a la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Su permamencia en el cargo que funciona como número dos de la Cancillería mantiene la intervención kirchnerista sobre el área de Relaciones Exteriores que Santiago Cafiero pensaba neutralizar ubicando en ese lugar a la albertista Cecilia Nicolini, como reveló en exclusiva LPO.
Sin embargo, pasada la medianoche en Cancillería daban por “caído” el pase de Nicolini al Palacio San Martín y desde la Casa Rosada filtraban que la experta en negociar vacunas seguiría como asesora presidencial. Una manera de amortiguar la derrota. No es un secreto que hace meses que Nicolini ambicionaba la Cancillería.
Tettamanti se convirtió en un “símbolo” de la persecución que dice haber sufrido el kirchnerismo fuera del poder, cuando Macri decidió echarlo de la embajada de Rusia porque su esposa Elida de Bianchetti lo criticó por las redes.
De familia peronista, hijo del embajador Leopoldo Tettamanti, la continuidad del actual vicecanciller es visto como un mínimo reaseguro de profesionalidad entre los diplomáticos de carrera..
Fuentes diplomáticas revelaron a LPO que en Cancillería hay una costumbre en la que el número dos del ministro es un diplomático de carrera. Tettamanti cumple con esos requisitos. En ese marco, en el universo de la diplomacia creen que “se respetará la tradición de la Casa”.
