Sabido es que la Secretaría de Economía y Hacienda del Municipio anunció el aumento de un 20% de las tasas municipales.
En ese sentido, plantearon que “hay atraso tarifario y eso genera una desinversión que impacta en la calidad de las prestaciones pero, paralelamente, debería haber un fuerte control de los servicios concesionados”, aseguraron y señalaron que que “el Intendente es rápido con las tasas pero lento en el aumento a los empleados municipales”.
Desde el espacio que lidera la concejal Celeste Arouxet señalaron que “en la Argentina vimos y sufrimos las consecuencias del atraso tarifario, principal causante de la desinversión en el mediano y largo plazo” con la “consecuente pérdida de calidad de prestación”.
A su vez, manifestaron estar “convencidos de que debe llevarse a cabo un fuerte control de las empresas concesionarias, de su plan de inversiones y análisis de la estructura de costos”. De ese modo, argumentaron que habría garantías de que “el usuario pague un precio justo y no sea rehén de las malas decisiones de las concesionarias de los servicios públicos, ni de los acuerdos políticos entre concedente y concesionaria”.
El planteo hace eje en la gestión de Ezequiel Galli y el reciente anuncio de una nueva suba de tasas haciendo uso del instrumento que le proveyó el Concejo Deliberante, que consiste en “llevar a cabo un aumento a través de decretos sin previa autorización del cuerpo deliberativo siempre y en cuanto, no supere la inflación promedio”.
En ese contexto, el bloque opositor reconoció que “las tasas deben actualizarse según la inflación anualizada para que el servicio atribuido al mismo sea de calidad y dotar a la gestión de previsibilidad económica”.
“No obstante, lo que se observa y nos llama poderosamente la atención es que el Intendente sea rápido con las tasas y lento en el aumento a los empleados municipales. Es decir, es rápido en la aplicación de los aumentos que le prevé mayores ingresos y lento en la actualización salarial de los empleados municipales, cuya erogación es la más representativa de sus gastos”, comentaron.
Para graficarlo, apuntaron que “un empleado municipal categoría 2 cobró en todo el año 2021 (incluye SAC , presentismo y ajustes) unos $503.251 pesos anuales y en todo el 2020 ese importe había sido de $377.697, es decir, los empleados tuvieron una actualización salarial en bolsillo cercana al 33% cuando la inflación anual fue del 50,9%”.
Por eso, “pedimos coherencia y la misma actualización para los salarios municipales, que haya una adecuación del sueldo de los trabajadores municipales, quienes son verdaderamente los que llevan adelante el trabajo diario y se encargan de prestar los principales servicios que brinda el Municipio”.
Por último, cerraron con que pretenden “que haya coherencia en la toma de decisiones que impactan en la vida de los olavarrienses teniendo en cuenta que no se asume con la misma lógica el aumento de las tasas que el incremento salarial”.