…
Gonzalo Martínez volvió a convertir un gol con la camiseta de River después de un año, en el que estuvo casi 10 meses para recuperarse de una lesión ligamentaria en su rodilla izquierda. El tema es que el Pity tuvo que “batallar” un poco con Miguel Borja para que lo dejara patear el penal que sentenció el 4-0 contra Rosario Central en el estadio Monumental, por la fecha 26 de la Liga Profesional.
A los segundos de la caída de Manuel Lanzini en el área canalla y la sanción de Yael Falcón Pérez, el mediocampista trotó y agarró la pelota para hacerse cargo de la situación. Sin embargo, el colombiano se aproximó a buscar otro balón detrás del arco casi al mismo tiempo y se encaminó al punto penal.
En la cancha se percibió un diálogo entre ambos, pero recién la lectura de labios y el audio se difundió recién el día siguiente. “Voy a patear, Miguel”, le dijo el Pity con rostro serio, bien plantado en su idea. Borja no aflojaba y los compañeros intentaban persuadirlo de que lo dejara patear, sobre todo porque él lo había asistido en su gol, que significó el 2-0 parcial.“Dale, Miguel”, tiró Marcos Acuña. Manuel Lanzini fue otro de los que se acercó raudamente a mirar la situación.
Después de que los hinchas riverplatenses comenzaran a ovacionar a Martínez, el delantero de Tierra Alta le dio una palmada en la cabeza y se alejó del área, con un poco de fastidio, pero entendiendo que su compañero lo necesita más que él.
Luego de definir abierto y vencer a Jorge Fatura Broun en el cara a cara, el enganche -autor de uno de los goles más importantes de la historia de River seis años atrás- le agradeció al colombiano por su actitud final: “Uno intenta que Miguel haga goles. Yo siempre trato más de asistir que de hacerlos. Esta vez ya lo había asistido dos veces, en la del gol y la que pegó en el palo. Me caracterizo por la personalidad y le fui a pedir el penal. Y él tuvo la amabilidad de dejarme patear“.
