Amílcar Morán, el imputado por el asesinato del policía Diego Rosales durante un confuso episodio ocurrido en la madrugada del domingo en el barrio Jardín de Stella Maris, declaró hoy ante la Justicia, donde dio una versión exculpatoria de lo sucedido. Sigue detenido en la Unidad Penal 44 de Batán con una causa por “homicidio agravado”.
Asistido por su abogado Martín Bernat, Morán compareció ante el fiscal Alejandro Pellegrinelli. Durante su testimonio, confesó haber disparado aunque en un contexto de incertidumbre, ya que creía que estaban por asaltar su casa y disparó para defenderse de los supuestos delincuentes.
Además, otro detalle de su testimonio es que aseguró haber sido secuestrado durante la última Dictadura por ser miembro del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Y que ese recuerdo traumático lo llevó a defenderse sin saber quiénes eran las personas que se encontraban cerca de su casa.
Morán se desempeña en una planta pesquera y había regresado a su hogar luego de varias horas de trabajo. Mientras dormía, escuchó corridas y detonaciones, por lo que tomó su arma y al ver dos siluetas en la zona cercana a su dormitorio no dudó y disparó.
Por otra parte, el imputado confió que al momento de ser detenido fue golpeado por la policía y amenazado de muerte, por lo que presentó una denuncia formal por agresiones, las cuales fueron constatadas por los peritos del cuerpo médico.
Fuentes policiales indicaron que Rosales y un compañero se dirigieron en un móvil a una vivienda ubicada en Jorge Newery y Pesquero Narwal, tras una denuncia de vecinos por una presunta fiesta clandestina. Al llegar al lugar observaron que un taxista era agredido por un grupo de jóvenes que salían de la fiesta, “pateando y arrojando piedras sobre su vehículo”.
Los efectivos persiguieron a los agresores hasta otra propiedad, en calle Pesquero Quovadis al 3700, y advirtieron que uno de ellos portaba un arma de fuego en la cintura e intentaron detenerlo. Según las fuentes, el sospechoso armado hizo “caso omiso de la voz de alto”, e ingresó al domicilio junto a otros jóvenes.
Una vez en el interior de la vivienda, se cree que el propietario de la casa efectuó al menos un disparo que impactó en Rosales, quien fue traslado al Hospital Privado de Comunidad pero falleció en el camino.
Del funeral de Rosales participó el secretario de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, quien resaltó que “despedimos a un camarada que entregó la vida en cumplimiento de su deber y que pasa a engrosar la lista de hombres y mujeres que entregaron su vida para el fortalecimiento de la Nación”.
Tras asegurar que “nos sentimos orgullosos de él”, Berni calificó el hecho como “una situación desafortunada” aunque pidió “que se haga Justicia y que esa Justicia se haga en el tiempo que corresponde. Que se aplique la mayor rigurosidad de la ley”.
Por su parte, el intendente Guillermo Montenegro remarcó que “la clandestinidad nos ha generado muchas complicaciones en la pandemia y por eso entendemos que los organizadores y los que concurrieron van a tener que dar explicaciones sobre este caso puntual”.