Si algo faltaba era que el Concejo Deliberante se pareciera al Congreso Nacional, donde casi al igual que en el Deliberativo todavía no se han conformado las comisiones internas de trabajo, en las que se tratarán todos los proyectos antes de que pasen o no por el recinto de sesiones. Lo increíble que aquí la escena es predominante en dos fuerzas políticas que reúnen los 2/3 del total de los miembros en el Cámara de Diputados de la Nación es un mosaico de fuerzas de todos los colores.
Aquí obviamente el inconveniente es menor que en el Parlamento. El oficialismo, tiene derecho de presidir el 50% de las comisiones por haber sido el vencedor en la última elección, mientras que a nivel nacional la cosa cambia: la oposición distribuida en Unión Pro y en el ACyS, principalmente, es mayoría.
Diego Monti (Acción Marplatense), Maximiliano Abad (UCR) y Carlos Arroyo, Verónica Beresiarte, Diego Garciarena, Guillermo Shütrumph, Mario Lucchesi, por los distintos unibloques, ya están negociando para encontrarle una salida a este “conflicto”.
Sucede que el radicalismo no quiere que los unibloques presidan comisiones. Aunque ya es sabido que Garciarena continuará al frente de Recursos Hídricos y que, la principal oposición, ha pedido controlar Obras Seguridad y Planeamiento, Calidad de Vida, Educación y Medio Ambiente.
El oficialismo solicitará conservar Hacienda, Legislación Interpretación y Reglamento, además de presidir Transporte y Tránsito y Obras, Seguridad y Planeamiento, las cuatro mas importantes de cuerpo.
Ajedrez y tironeos tanto a nivel local como a nivel nacional. En Buenos Aires Unión Pro quiere tutelar Asuntos Constitucionales y el ACyS aspira a la de Agricultura, mientras están en disputa Trabajo y Presupuesto. Al menos en el Parlamento algunas ya están conformadas. En la ciudad ni siquiera eso. Las tratativas son ardúas y demandarán algunos días.
Ya empezaron las primeras negociaciones en un 2010 que será bastante “movidito” y que seguramente traerá una gran cantidad de disputas entre el oficialismo y la principal fuerza de oposición, que ya tuvo su debut cuando impugnó a Eduardo Pezzatti, que se convirtió en el “Patio Feo del Concejo”.
Por Gerardo Fernández