Esa picana que el sindicato de la construcción ha utilizado en su par y paso con el empresario Florencio Aldrey Iglesias. En ese caso sería accesorio el orden prelación necesaria que califique el producto por su calidad, su inversión genuina, su monto, su procedencia, sus antecedentes, que aborde el estudio de los propuestas sin el asfixiante poder los lobbys de las tres iniciativas.
En realidad el desvío proviene desde la conducción del proceso de adjudicación, viciado a partir de la toma de posición del multimedios La Capital, que somete al intendente a una presión extorsiva, para ser tomar el carácter de iniciador de esta emblemática obra pública, financiada con capitales privados.
Por si hiciere falta Néstor Otero se arrogó la condición de socio de F.A.I en el proyecto, como lo es también (según sus propias declaraciones) en el Gran Hotel Provincial y en la Nueva Terminal de Ómnibus. ¿Qué podemos esperar? Más de lo mismo.
¿Por qué los vicios provienen desde la conducción? Por qué el propio intendente Pulti sabía que este trámite iba a tener derivaciones insospechadas, quizás las peores de su gestión, debido precisamente al desmesurado interés del empresario que vive del Estado desde hace 30 años.
Pero la decepción más grande y más frustrante se la llevó consigo el propio arquitecto César Pelli. Según a la información a la que tuvo acceso mdphoy.com el tiempo de atención que le dedicó Pulti al prestigioso profesional, fue utilizado en una latosa explicación sobre cómo funciona el mecanismo administrativo municipal en este tipo de adjudicaciones. Tener en una audiencia a Pelli no fue aprovechado para conocer (como se presume de un administrador público de semejante responsabilidad) cuáles eran los principales elementos de evaluación a tenerse en cuenta en la propuesta del hombre que ha construido las torres Petronas de Kuala Lumpur y el World Finacial Center en Manhattan entre otros. Y que su prestigio enriquece la oferta, según consta en los expedientes (y que fue negado en las páginas de La Capital).
César Pelli no es solo un especialista en el tema, sino que tiene un rango superior en la escala de los arquitectos, que se maravillan con sus obras en muchos puntos del planeta.
El intendente prefirió el bochorno de tener que dar explicaciones, que exceden el conocimiento administrativo de este arquitecto de 84 años, cuya agenda se maneja a 18 meses de la actualidad. En pocas palabras: para hablar con Pelli hay que esperar hasta el 2012. En el principal despacho de la comuna se perdieron la oportunidad.
Singular escozor se sintió cuando el ex intendente Mario Roberto Russak no dudó en calificar de mediocres a los habitantes de Mar del Plata. No es mensurable este calificativo, según a qué se aplique puede abarcar demasiados campos. Lamentablemente el ilustre visitante y equipo, se llevaron por su experiencia una conclusión: todo se desenvuelve en una mediocridad alarmante, hubo que explicarles sin que entiendan, qué es lo que ocurre en Mar del Plata.