En marco del plan de ajuste y recorte del Estado, el Gobierno nacional anunció el cierre inmediato de las Unidades Turísticas de Chapadmalal en Mar del Plata, y Embalse, en Córdoba. Esta es la primera vez que sucede desde su fundación en 1950. Con el objetivo de contar con una ciudad balnearia autosuficiente, la construcción está ubicada 30 kilómetros hacia el sur de Mar del Plata y logró convertirse en un ícono del turismo social, no solo a nivel local sino también a nivel internacional.
Para conocer la situación actual, nos comunicamos con Sergio Salinas Porto, ex director de la Unidad Turística de Chapadmalal. “Ya cerraron las dos Unidades Turísticas y eso tiene un impacto fuertísimo en el turismo social, no solamente en Argentina sino en el resto del mundo. Se cierra algo que ha brindado servicios a una gran cantidad de argentinos y argentinas, que han venido a pasar sus vacaciones, a tener un esquema de mínimo de equidad”, comentó Salinas Porto.
“Hubo algunos comunicados a los trabajadores de la Unidad Turística y en principio se produjo un problema interno de no saber dónde están parados. Esto provoca también que muchos de ellos se angustien por no saber cuál es su destino final y no solamente del trabajo de las 79 personas, sino también de la estructura edilicia”.
Sobre la historia de estos hoteles, Salinas Porto explicó: “La estructura es estructura patrimonio histórico y cultural de la nación. Y por otro lado la resistencia de los trabajadores durante toda su historia para poder mantener la unidad turística funcionando es para destacar. En la época de la mal llamada Revolución Libertadora cuando se quisieron robar la platería del hotel, en Mar del Plata los trabajadores rompieron sus hogares para meter toda la platería dentro de las paredes y resguardar el patrimonio del hotel. En Embalse tuvieron que arrojarla al lago”.
Durante la gestión nacional anterior, bajó la órbita del Ministerio de Turismo y Deportes se pusieron en valor 6 de los 9 hoteles y en ese marco se incorporó un sistema de calefacción para poder brindar servicios en invierno. “Lo que nosotros vemos es que esos hoteles que brindaron servicio en invierno y en verano, ahora no hay visos de que puedan estar abiertos de nuevo”, agregó Salinas Porto.
“En principio uno entiende que hay dos niveles o dos escenarios en los que transcurre el pensamiento y la acción de Milei. El primero implica que todo lo que tenga que ver con la palabra social y todo lo que tenga que ver con palabra equidad para él es una mala palabra. Entonces tener una estructura de turismo social, que pueda brindar servicios de turismo a aquel que menos tiene y más produce en este país, es muy probable que para él le provoque algún grado de turbia”, comentó el ex director de la Unidad y agregó: “Y por el otro lado también tiene que ver con la acción que viene llevando en todos los temas sociales. El cierre del INADI, el cierre de Télam, entre otros. La correlación con de todo eso es que se cierra también la unidad turística”.
“Estamos tratando, todos aquellos que hemos asumido algún tipo de responsabilidad de la Unidad Turística y aquellos que también están involucrados directamente con Chapadmalal y Embalse, de poder recuperar y recobrar algún sentido a la utilidad de la unidad de turística y que vuelvan a estar funcionando”, dijo.
¿Cómo era el funcionamiento de los hoteles?
Uno de los argumentos del Gobierno nacional para cerrar las Unidades tiene que ver con la ineficiencia estatal y la estructura corrupta y poco transparente de lo público. En este sentido, preguntamos a Salinas Porto por el funcionamiento de las Unidades, para poder despejar dudas respecto a sus mecanismos: una parte que subsidia el Estado y otra parte que se genera a partir de la erogación de aquel que visita. Los estudiantes de escuela pública no abonaban ningún tipo de erogación y los jubilados con PAMI tampoco. Si tenían que pagarse el transporte.
“El esquema era muy simple, vos pagabas en esta última temporada 3000 pesos por día. El Estado brindaba los servicios de comida, alojamiento y limpieza de las habitaciones y vos pasaba seis días en la ciudad de Mar del Plata con las mejores playas que puede tener la ciudad, con guardavidas desde el mes de septiembre para poder garantizar la seguridad de nuestros visitantes. Existe una estructura mixta: hay administración del Estado y hay también servicio de privados que son aquellos que se encargan de la alimentación y la limpieza de los hoteles”, explicó Salinas Porto.
En verano se reciben 6000 personas por semana aproximadamente, con estadías de 6 días. “En invierno funcionan tres hoteles, pero las estadías son de tres días. Entonces se multiplica la cantidad de personas también que pasa por acá. Es una estructura muy grande, que ha recibido a personas de toda la República Argentina”, agregó.
Perspectivas a futuro
“Yo soy muy optimista, siempre pienso que las cosas se pueden modificar y se pueden cambiar. Creo que hay que sentarse sobre las autoridades, hay que revisar el funcionamiento de las unidades por supuesto, pero no cerrarlas”, aportó Salinas Porto sobre sus sensaciones. A su vez agregó: “Sin embargo debo admitir que tengo mucho miedo por el futuro de los trabajadores”.
“Los trabajadores han tenido la capacidad para poder mantener las unidades turísticas inclusive en épocas muy complicadas. Mantuvieron toda la estructura edilicia, desde arreglar una canilla hasta cortar las 165 hectáreas de pasto, pasando por las luminarias de afuera. Detrás de todo lo que uno ve hay 79 personas, de las cuales 16 son de mantenimiento”, comentó el ex director de la Unidad.
Finalmente agregó: “Mi percepción es que es posible que se pueda cambiar el esquema, pero es un un cambio de lucha. Acá no es quedarnos quietos, sino que hay que empezar con algún tipo de acción para hacer saber y conocer cuál es el pensamiento y cuál es la importancia que tienen los hoteles para la comunidad de Mar del Plata. Yo siempre le digo aquellos que viven en Buenos Aires ustedes tienen el Obelisco como símbolo y nosotros lo que tenemos es la Unidad Turística”.