El subgénero que actualmente se conoce como novela romántica histórica y que se encuentra en un momento de éxito editorial gracias a los records de venta de autoras como Cristina Bajo y Florencia Bonelli, tuvo su capítulo en la 8º Feria del Libro Mar del Plata, Puerto de Lectura.
Dos de sus exponentes, la porteña Gloria Casañas y la marplatense Gabriela Exilart, participaron anoche de un debate –coordinado por la periodista marplatense Paola Galano- en el que expresaron su opinión acerca de este fenómeno que congrega a mujeres de todas las edades en grupos organizados de lectoras nucleados a través de las redes sociales.
Casañas destacó que, si bien el foco y la atención pasan por la historia de amor que es el leitmotiv de la novela, lo cierto es que el componente histórico requiere de un exhaustivo trabajo de investigación donde las costumbres, los modos de vestir y hablar de los personajes adquieren especial preponderancia en estas novelas.
Por su parte, la autora local desechó el mote de “novela rosa” que se le ha impuesto a este subgénero, ya que, según explicó, “le quita rigor literario y se genera la idea de que esto es menos literatura que otros géneros, pero lo que no tiene en cuenta es que el tono, la tensión narrativa, la capacidad de mantener la atención del lector es igual de dificultosa que en otro tipo de relatos”.
Ambas escritoras destacaron además que la novela romántica histórica no tiene una pretensión educativa, sino que el contexto en el que sucede la acción no funciona como telón de fondo porque muchas veces es motivador de ciertas acciones, forma parte del relato y se resignifica con él: “Aunque es muy difícil no hacer una clase de historia”, aportó Casañas.
Gabriela Exilart presentó su novena novela, titulada “Tormentas del pasado” que se encuentra ambientada en la época de la Revolución del Parque, mientras que Casañas trajo a la Feria del Libro su libro “El Ángel Roto”, cuya acción transcurre hacia finales del Siglo XIX en Buenos Aires