El ausentismo en las elecciones primarias (PASO) del 12 de septiembre fue uno de los más altos de la última década y el Frente de Todos evalúa que allí podría estar una de las claves para las legislativas de noviembre tanto en la provincia de Buenos Aires como en el resto del país.
Con el objetivo central de dar vuelta el resultado en la provincia de Buenos Aires, desde el oficialismo dejan trascender que apuntan principalmente a reconquistar los votos perdidos en los barrios populares.
Hacia allí apunta la renovada presencia en el territorio por parte de funcionarios nacionales como Juan Zabaleta y Gabriel Katopodis, encargados de Desarrollo Social y Obras Públicas, respectivamente, con el acompañamiento del jefe de Gabinete, Juan Manzur, que se posiciona como coordinador de la campaña.
Por otro lado, el Gobierno mira a los sectores de clase media que en el mejor momento del kirchnerismo solían acompañar pero que ahora mostraron desencanto o directamente rechazo a la oferta oficialista: medidas como la suba del piso para el Impuesto a las Ganancias hasta los 175 mil pesos de sueldo bruto y el anuncio de la eliminación de retenciones a la exportación de servicios van en ese sentido.
En tanto, en Juntos por el Cambio no se confían y saben que el Frente de Todos saldrá a jugar fuerte en ese distrito con el aparato del Estado, luego de la renovación del Gabinete que ya empezó a mostrar una nueva orientación en el discurso y en las acciones de campaña.
La oposición postula a Diego Santilli como primer candidato a diputado nacional, y confían en poder retener los votos que recibió Facundo Manes, su rival en las PASO, que fueron importantes para el primer triunfo por su buen desempeño en el interior bonaerense.
En ese contexto, los estrategas de campaña de las dos coaliciones dominantes se concentran en buscar la manera de atraer a esa vasta población que no fue a votar, con objetivos claramente distintos: uno para revertir la derrota y el otro para mejorar su triunfo.
En el Frente de Todos creen que el ausentismo tuvo mucho que ver con su caída en las PASO mientras que en Juntos por el Cambio creen que, si penetran en ese segmento de la población, pueden mejorar los buenos números que lograron en las primarias.
La participación electoral en las PASO de legisladores nacionales fue del 66%: en todo el territorio nacional sufragaron algo más de 23 millones de las 34.330.557 habilitadas para emitir su voto.
De esta manera en las primarias de este año votaron unas 2,5 millones de personas menos que en las del 2019, pero el ausentismo nivel de ausentismo es todavía más significativo si se lo compara con años elecciones: en 2017, la participación fue del 72%; en 2015 fue del 74%, en 2013 el 76% y en 2011, cuando fue reelecta la ex presidenta Cristina Kirchner, fue del 79%.