Caben tres demostraciones que por uno u otro motivo, llegan a conocimiento de toda la sociedad. A fantoche en una de las acepciones se lo indica como “Persona grotesca y desdeñable” “Sujeto neciamente presumido”. “Persona vestida o maquillada de forma estrafalaria”, en un mix bastante aproximado caen algunos protagonistas y afines del partido gobernante, algunos nos tocan bastante cerca.
Con la ciudad sin transporte público, con la víctima nº 18 asesinada en la capilla ardiente, dos inclaudicables de la nada, promocionaban la participación de una charla en el Instituto Unzué, para defender el Futbol Para Todos, con la presencia del relator militante Javier Vicente, Daniel Rodríguez y Fernando Maraude, se apartaron de una ciudad de duelo y con gente abandonada en la calle. Un ejemplo de concejales.
El embajador argentino en Venezuela tras su último hálito en ese país, dijo que en Caracas está todo tranquilo. El ingeniero agrónomo Carlos Cheppi, sigue instaurado como aspirante a candidato a intendente de Mar del Plata, e insólitamente encuentra más trapos sucios en nuestra ciudad que en el país que dicen que gobierna Nicolás Maduro. Rostro duro sin dudas.
Y terminando con fantoche, al intendente Gustavo Pulti se lo vio aplaudir y sonreír convencido en la primera fila de la exposición de CFK en la Quinta de Olivos, cuando se autotituló “Madre de todos los argentinos”. Al jefe comunal le quedaron las manos rojas de aplaudir, claro lo invitaron de manera insoslayable para subsidiar dinero para el Parque Industrial, junto al secretario de la Producción Mariano Pérez Rojas.
Y si, Mar del Plata es la capital nacional de la desocupación. A fantoche no lo dejaron solo…
