Pablo Fernández limitado por un presupuesto inexistente, apela a sensaciones y proyecta la ciudad a los meses pico, tras el fracaso de las vacaciones de invierno y los fines de semana largo del 20 de junio y 9 de julio. Sólo penas quedaron a partir del lunes, cuando se extinguió el receso escolar invernal.
Hubo otras alternativas que si funcionaron para el mercado de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, como Tandil y termas de Entre Ríos, donde hubo actividad plena. El conocimiento de pronósticos de meteorología extendidos, no ubicaron a la ciudad entre los destinos preferidos. Hay también factores de mejor relación de peso y dólar que ya incita (como en el 1 a 1) a la gran atracción de las playas brasileñas, con un clima asegurado.
Todo se conjuró para que las expectativas quedaran defraudadas, una vez más en invierno, muy pero muy lejos de la Mar del Plata de los 12 meses, convertida en un slogan tan audaz como mendaz, con los resultados a la vista.
Frío, heladas, agua nieve, nievo y vientos fuertes del Sur, no auguran una buena estadía, pero tampoco se ofrecen variantes y alternativas.
Que el público salga de las funciones nocturnas del Auditorium y no tenga dónde ir a cenar, no es un buen síntoma, pero lamentablemente ocurre en la ciudad que aspira y espera mejorar la actividad turística. Hoy los esfuerzos del EMTUR están volcados a convertirse en la voz oficial e institucional de los congresos, ofreciendo al Gran Hotel Provincial como escenario, en una clara actitud de competencia desleal frente a establecimientos como los hoteles Costa Galana, Sheraton y 13 de Julio.
mdphoy.com salió a recorrer las calles de la ciudad para verificar cual era la sensación de los marplatenses apenas terminada las vacaciones de invierno. Algunos fueron más duros al decir que “Mar del Plata en invierno está muerto”, como sentenció Martín, encargado del Hotel “Marbella” (Corrientes entre Colón y Bolívar). Asimismo, destacó que las reservas estuvieron en un 40% y que la gente recién se acercaba en los fines de semanas.
Mientras tanto, la recepcionista del Apart Hotel “Vidda Viken” (Santa Fe entre Moreno y Belgrano), afirmó que “nosotros tuvimos la suerte de tener el 100% de las habitaciones ocupadas con dos o tres semanas de anticipación”. Además, Marina agregó que “pusimos tarifas de temporada baja para que los turistas se acerquen”.
Sin embargo, la mirada de la realidad de Claudia, empleada del Hotel “Oasis” (Mitre entre Moreno y Belgrano) fue bastante categórica: “Es una mentira lo que dicen los diarios de que las reservas hoteleras estuvieron en un 70%. No fue, nada que ver. Nosotros tuvimos la posibilidad de dialogar con colegas y nos contaron que estas dos semanas fueron pobres”. A su vez, agregó que “de las 32 habitaciones que tenemos a disposición del público, nos ocuparon 12, y de jueves a domingo. En el resto nada”.
Por otra parte, no podían quedar de lado los taxistas. Marcelo y Sergio, dos trabajadores del volante desde hace más de 20 años, comentaron que “el frío nos ayudó, pero todo estuvo muy tranquilo”. Pero uno se animó a más y esgrimió que “si pudiera tomarme las dos semanas de vacaciones de invierno lo haría, porque la verdad que da lo mismo”.Concreto y contundente.
Y por el lado del sector gastronómico, la sensación que quedó fue parecida a la de los anteriores. Con números regulares en cuanto a clientela y ganancias, primero afirmó Picabea, encargado de la pizzería “Bocinas” (Rivadavia entre Entre Ríos y Corrientes) que “desde hace más de 40 años que estamos en el mercado y las vacaciones de invierno son siempre iguales: malas”.Pese a esto, aclaró que “la ciudad es barata, por eso viene el turismo, pero el que tiene dinero va a un hotel cinco estrellas y ahí tiene todo”.
Como última parada en el recorrido de las calles marplatenses, el encargado de “Manolo” (Rivadavia entre Corrientes y Santa Fe) sintetizó en pocas palabras la idea de varios comerciantes: “A Mar del Plata le faltan emprendimientos públicos y privados para atraer a la gente. No les ofrecemos actividades a los turistas cuando vienen en invierno. Para los nenes hay cuatro o cinco obras, y Sacoa, después nada más”.
Así fue que mdphoy.com salió a buscar testimonios sobre lo que pasó en estas dos semanas de vacaciones de invierno. Un tanto alejados de la realidad que tratan de imponer algunos, la verdad de la milanesa siempre la tienen los comerciantes.