Tras caer $10 en la semana pasada, en lo que fue su mayor baja en más de 15 meses, y llegar a rozar los $200, el dólar paralelo trepó $2,50 hasta los $204,50, pese a los desplomes que sufrieron el MEP y el CCL en la bolsa. De esta manera, la brecha con el oficial ascendió al 88,2%.
Pese a que los analistas estimaban que el “veranito” podría mantenerse debido a señales “pro mercado” como la aceleración en el ritmo de ajuste del tipo de cambio oficial, la suba de tasas y el compromiso asumido por el Gobierno, en el marco del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), de reducir el déficit fiscal, entre otras medidas, el dólar informal parece haber frenado su tendencia a la baja.
El mercado advierte que hay factores que pueden modificar el escenario, como la tasa de inflación a nivel local, la escalada en el precio de la energía en el plano internacional o incluso una mayor incertidumbre en la semana mientras el gobierno busca la aprobación del acuerdo con el FMI en el Congreso.
En este contexto, el director de la consultora LCG, Guido Lorenzo, pronosticó que la aprobación del acuerdo con el FMI en el Congreso “debería ser una señal para que el dólar blue baje. No obstante, recalcó que, más allá de la negociación con el organismo multilateral de crédito, “el deterioro del balance del Banco Central es importante” y eso se refleja en los todavía elevados niveles de brechas.
En lo que va de marzo, el dólar paralelo exhibe una merma de $6,50, tras terminar el mes pasado en $211.
Durante febrero, el dólar informal bajó $6,50, después de subir en enero $5 o 2,4%.
El año pasado, el dólar blue registró un alza de 25,3% ($42), la mitad respecto de la inflación del período (50,9%). No obstante, vale recordar que en 2020 había mostrado un brusco salto de 111% (frente a una inflación de 36%). (DIB)