De la época en que el cine italiano sacaba nombres y éxitos por doquier, se verá hoy a las 19 en la Sala Nachman del Auditórium (Boulevard Marítimo 2280) el clásico de Ettore Scola Un día muy particular, con los protagónicos de Marcello Marcello Mastroianni y Sophia Loren. El film se presentará en el marco del ciclo El otro cine.
El film tiene la habilidad de mezclar lo público y lo privado, con singular maestría: Adolf Hitler es recibido por Benito Mussolini en la Roma de 1938. En ese marco el film explora el afuera, con la conmoción que esa presencia generó, pero especialmente con lo que pasa con la pareja que se forma entre una mujer sometida y reprimida y su vecino, un confeso homosexual.
Scola se permite en este fresco de una época que es la película, retratar a personajes que no tienen actitudes simpáticas -ella es fascista, por ejemplo- pero permitiéndoles cierta dignidad, inclusive. De todas maneras sabremos qué piensa el director sobre el tema que retrata, pero eso no le permite crear personajes bestiales o infames. Bueno, los hay, pero no es el caso del que interpreta la Loren.
De todas maneras, más allá de los logros estéticos y cinematográficos, preferentemente aquellos que remiten al espacio y a las represiones de la época, lo que sobresale es el talento de un grupo de artistas que estaban dando, por aquellos tiempos, los pasos más relevantes de una cinematografía que, como decimos habitualmente, comenzaba a dar signos de fatiga.