Como se esperaba, la transición en la provincia de Buenos Aires empezó con cuestionamientos a los números de la gestión sciolista. “Vemos con preocupación el déficit que tiene la Provincia. Las estimaciones no son para nada optimistas”, dijo ayer la gobernadora electa, María Eugenia Vidal.
Pero quien disparó contra las cuentas de Silvina Batakis fue Hernán Lacunza, el gerente General del Banco Ciudad y quien suena como futuro ministro de Economía de Vidal. “Hubo equilibrio presupuestario en 2014, pero fue tan precario que se perdió en 2015 y prevemos heredar un déficit de $ 15.000 millones”, explicó. En diálogo con LPO, Lacunza aclaró que todavía no hubo contactos con el sciolismo aunque agregó que esos 15.000 millones es el déficit que heredarán “de mínima”.
Con todo, los números aparecen como el eslabón más débil de una transición que ya comienza a meterse de lleno en la campaña al balotaje.
Por el momento, la estrategia de Batakis es esquivar el debate. Ante una consulta de LPO, desde esa cartera reiteran lo que días atrás dijo la ministra: “Vidal se encontrará con una Provincia con equilibrio fiscal, desendeudada y con un sistema tributario progresivo y pro productivo”. No habrá por parte del sciolismo mucho más que esas declaraciones, salvo que la polémica por los números de la provincia terminen en un escándalo mayúsculo.
Mientras tanto, el ‘Informe sobre ejecución del presupuesto del gobierno de la provincia de Buenos Aires’ realizado por la Asocicación Argentina de Presupuesto destaca que el primer trimestre de 2015 presenta una desmejora con respecto al mismo período de 2014.
El Resultado Económico registró un déficit de $847 millones (vs. superávit de $4.776 millones). Asimismo, los resultados Primario y Financiero fueron deficitarios en $171 millones (superávit de $6.138 millones) y en $2.092 millones (vs superávit de 4.216 millones), respectivamente.
El trabajo destaca que la Provincia presenta una estructura altamente dependiente de la evolución de la recaudación nacional y de impuestos provinciales atados directamente al nivel de actividad económica (como el impuesto sobre los Ingresos Brutos que cada vez cobra mayor peso en la recaudación provincial).
En tanto, la deuda del Sector Público no Financiero ascendió a $90.310,8 millones al 31 de diciembre del 2014 (último dato disponible), y creció un 10,3% ($8.433,6 millones en términos nominales) con respecto al valor del stock al 31 de diciembre del 2013.
El diputado provincial del Frente Renovador, Jorge Sarghini, suele explicar que la provincia de Buenos Aires tiene todo el déficit que es capaz de financiar. En consecuencia, como tiene poco financiamiento tiene poco déficit.
Sarghini, ex ministro de Economía de la provincia, explica además cómo es posible que la deuda de la provincia baje si todos los años tiene déficit. La explicación está en que el principal acreedor es el gobierno nacional. Para Sarghini, el 66% de la deuda de la provincia es con la Nacion y es la Nación quien le refinancia esa deuda al 6% anual mientras la tasa de inflación ronda el 25%. “La Nación le viene licuando la deuda con esa forma de refinanciamiento”, dice el economista.
Cronología del déficit
En diálogo con LPO, Sarghini hizo una cronología del déficit bonaernese. Según explica, la Provincia tuvo un déficit creciente desde 2007 a 2011. En 2012 la Nación le dio al gobierno de Daniel Scioli señales de que no financiaría un crecimiento indefinido del déficit.
Ese fue el momento más tenso en la relación entre Scioli y Cristina Kirchner y obligó al gobernador a desdoblar el pago del medio aguinaldo a más de medio millón de trabajadores estatales.
Desde entonces -explica Sarghini- la Provincia empezó a ajustar, sobre la base de aumentos impositivos y contracción del gasto de capital. En 2014 el déficit fue totalmente financiado con transferencias corrientes del Tesoro Nacional, de modo que contablemente la Provincia no tuvo déficit. En el año 2015 (hasta ahora sólo están publicadas las cifras del primer trimestre) la Provincia está aumentando fuertemente el gasto, con lo que nuevamente está incurriendo en déficits.
Pero el diputado massista advierte que el déficit más importante de la Provincia está en la prestación de servicios. “El gasto se fue concentrando cada vez más en personal, y cada vez menos en gastos de capital. Eso se evidencia, por ejemplo, en el estado de la mayor parte de las rutas provinciales o en el estado de las cañerías de agua y cloaca en el Gran La Plata, que es responsabilidad de ABSA, una empresa provincial”.
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