El Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires Distrito 9 denuncia el estado actual de la Rambla y esa área degradada de la ciudad. El Parque de Diversiones, la feria, las marquesinas, las rampas, zonas anegadas, entre otros hacen de la misma una imagen de decadencia y abandono
Este fin de semana todos los medios de la ciudad y del país nos recordaron que el Complejo Casino y Hotel Provincial es un Monumento Histórico Nacional y además patrimonio de la ciudad y la provincia, esto ocurrió por una intervención artística realizada sin permiso sobre las baldosas de la plazoleta Almirante Brown.
Desde el Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires Distrito 9 señalan: “Sabemos y creemos que no fue ni el mejor lugar ni la forma para hacerlo, sin permiso y sin conocimiento del sustrato poroso donde trabajaron, donde a pesar de usar pinturas lavables para darle un carácter efímero, el objetivo no se cumplió y al intentar removerlo quedó impregnado el solado circundante”.
“Queremos aclarar que no viene sólo por este caso nuestra preocupación por el patrimonio, pero nos servirá de excusa esta aparición masiva en los medios, que tuvo esta repercusión principalmente porque fue una manifestación artística de tono político, ¿pero si no hubiera sido así? ¿alguien se acuerda del estado actual de la Rambla y esa área degradada de la ciudad?”, se preguntan.
Ya en 2019 desde el Colegio de Arquitectos efectuaron tareas para establecer un observatorio sobre los espacios públicos del distrito, “realizamos denuncias y detuvimos atropellos e invasiones, descuidos, vandalismos y acciones sobre el espacio público que desvirtuaban su uso. El área del complejo y de la rambla fue varias veces nombrada y visitada por nuestras cámaras ante acusaciones y/o relevamientos”, recuerdan.
“Hoy la rambla necesita acciones directas quizás no tan mediáticas y sí más concretas, como dotarla de seguridad y vigilancia contra el vandalismo, retirar construcciones agregadas sin permiso como las terrazas de la confitería sobre el lateral del skate park y el acceso a las boleterías del Teatro Auditórium con estructuras de marquesina que no consideran el patrimonio monumental de ese frente”, apuntan.
Un capítulo aparte merece el ya abandonado Parque de Diversiones sobre la arena (en el sector de playa publica), “un conjunto de artefactos oxidados después de meses sin uso ni mantenimiento, que remata el eje de simetría de la hermosa Plazoleta hoy en debate, la misma que además es usada de playa de estacionamiento de las patrullas del destacamento Casino”, señalan.
“Podríamos nombrar más cosas como la Feria debajo del parapeto que mira al mar con techos de membrana y lonas en la postal emblemática de la ciudad, las rampas para dar accesibilidad con pendiente inadecuada o en materiales incorrectos para el frente costero, baldosas rotas y flojas, zonas anegadas por no tener escurrimiento, etcétera. En síntesis, un sector que, desde las obras de la Cumbre en 2005 donde fue puesta en valor integralmente, no ha recibido casi ningún cuidado ni mantenimiento”.
No colabora en nada y refuerza la falta de cuidados, la superposición de reglamentaciones, la anomia jurisdiccional sobre los diferentes sectores del conjunto y el espacio público, además del solapamiento de organismos que tienen injerencia sobre el sector: la Provincia de Buenos Aires, Cultura, Deportes, Policía, Lotería y Casinos, la Municipalidad, el Estado Nacional, los privados y muchos más, que aprovechan este caos reglamentario y sin control para hacer lo que quieren y como quieren.
“De allí es que encontramos carteles publicitarios agregados al edificio, expansiones de los locales gastronómicos de dudosa autorización, falta de sanitarios públicos, iluminación e instalaciones eléctricas poco criteriosas con el patrimonio y con nula seguridad. El sector de recovas está cubierto de grafitis y sin mantenimiento ni cuidados ante la escasa rentabilidad que sólo es utilizado parcialmente en la temporada de verano, en definitiva, lo que otrora era un paseo para visitantes y locales, hoy es imagen de decadencia y abandono”, puntualizan.
Para finalizar “creemos que cualquier intervención sobre el patrimonio y el espacio público debe ser cuidadosa, respetuosa, con los permisos necesarios para poder hacerla y con las técnicas y recaudos de su preservación. Por otra parte, exigimos a los distintos estamentos del Estado y a los concesionarios privados que lo regulan, ocupan y lo afectan, los mismos requerimientos y cuidados, algo que por falta de control o por desatender o violar reglamentaciones vigentes dejan a nuestro sector urbano más paradigmático en las condiciones que describimos.
Desde el Colegio de Arquitectos Distrito IX nos ocupamos de nuestro patrimonio regional y trabajamos para su concientización y defensa (esta misma semana nos ocupamos del patrimonio natural y forestal y su cuidado en el área). Entendemos que cuando se piensa y administra un sector tan emblemático como este en la ciudad, un icono de referencia para todo el país, no podemos sólo acordarnos de él cuándo hay un hecho relacionado con lo político dejando pasar situaciones graves que afectan de modo permanente nuestro legado patrimonial”, culmninan.