Violando la ley N° 14.346 de protección al animal, se proyecta construir un matadero y frigorífico de caballos en Batán, Mar del Plata. Según paso a explicar, la realización de este proyecto significaría un atentado contra la identidad cultural argentina. El caballo, como animal y como símbolo, está ligado indisolublemente a la historia argentina y a la vida del país, sobre todo en la zona rural. El gaucho, una de las figuras que mejor expresan nuestra idiosincrasia, sería inimaginable sin el caballo. La Independencia argentina no habría sido posible sin el apoyo del caballo como animal de tiro y de transporte. No es verdad que San Martín haya cruzado la Cordillera de los Andes para liberar a Chile y a Perú. Fueron en realidad los caballos los que cruzaron los Andes transportando a San Martín y a su ejército. Sin la ayuda insustituible de los caballos no habríamos alcanzado la Independencia. La construcción de un matadero de caballos en Mar del Plata equivaldría a destruir una parte esencial del ser nacional. Permitir que funcione ahora un matadero de caballos en el país produciría una invisible conmoción anímica en los ciudadanos de la República y causaría una profunda caída de nuestra dignidad nacional. Esa conmoción y esa caída serían silenciosas pero terribles y tendrían una influencia muy negativa en todas las esferas de la sociedad y de la cultura.
Dijo Gandhi : “La cultura de un pueblo se mide por la manera como trata a los animales”. Convertir
en animal de consumo a un animal ligado a nuestras antiguas costumbres de vida en el campo, significa traspasar un límite que está bien arraigado en la conciencia nacional. Pero los límites tienen su razón de ser, no se establecen en vano. Al cruzar la frontera que prohíbe comer carne de caballo, se fija un precedente cuyas consecuencias son incalculables y extremadamente peligrosas.
El canibalismo no ha desaparecido y perdura aún en algunas regiones del planeta. Al ignorar normas consuetudinarias que prohíben que un animal de tiro y de transporte se convierta en animal de consumo, el límite que nos separa de la antropofagia se volvería frágil. Lo que se pretende hacer en Mar del Plata reviste una extremada gravedad. Recordemos los compasivos versos de Belisario Roldán dedicados al caballo criollo y no permitamos que el caballo sea víctima del atroz sufrimiento que le depara el matadero.
Poema de Belisario Roldán:
¡Caballito criollo del galope corto,
del aliento largo y el instinto fiel!
¡Caballito criollo que fue como un asta
para la bandera que anduvo sobre él !
¡Caballito criollo que de puro heroico
se alejó una tarde de bajo su ombú,
y en alas de extraños afanes de gloria
se trepó a los Andes y se fue al Perú!
¡Se alzará algún día, caballito criollo,
sobre una eminencia un overo en pie,
y estará tallada su figura en bronce,
caballito criollo que pasó y se fue!
Licenciado Julio César Forcat
jcforcat@gmail.com
Destaco que para impedir el funcionamiento del matadero de caballos se presentó un Amparo ante el Juez Federal de Mar del Plata. Redactó el Amparo la abogada Dra. Susana Bolano, de La Plata. Expreso una vez más mi agradecimiento a Susana Bolano por su inestimable colaboración.
Estoy horrorizada!… Amo a los animales, y en especial a los caballos.
Durante siglos nos acompañaron en la vida cotidiana, y los utilizamos, en beneficio propio. Los caballos pueden vivir en libertad, y se adaptan a ser domesticados, y mucho mejor si el medio de su doma es con aproximaciones y paciencia, hasta lograr un vínculo que llega a ser entrañable.
En este tiempo, lamentable es la situación por la que pasan los equinos, maltrados, y en condiciones fuera de todo control sanitario.
Los alquilan para tirar de carros, en los barrios sumidos en la pobreza. Esto es triste doblemente, porque no hay atención, ni conocimiento alguno del cuidado que requiere un caballo.
La cultura del gaucho, se pierde en los cordones del conurbano. Aún se conserva en los pueblos de las provincias.
Existe un movimiento de algunos veterinarios que reclaman por leyes, y reglamentaciones que se ocupen de estos serios problemas.
Y hay protestas por el Festival de Jesús María, por la doma, brutal espectáculo indigno de gente con humanidad, y conciencia.
Además, actualmente se demostró cientificamente los beneficios de la Terapia con Equinos, que recupera a discapacitados, autistas, y aquellos que tienen movilidad reducida, y otros problemas de difícil abordaje terapéutico.
Confío que la gestión, y el recurso de amparo, sirvan para frenar con esta deleznable matanza de equinos.