Será la tercera participación olímpica seguida del equipo argentino; logrando el Oro en Atenas 2004 y el Bronce en Beijing 2008. Unos 10.000 espectadores vibraron con la “Generación Dorada”. Luis Scola fue nuevamente el goleador del partido. Además fue elegido el jugador más valioso del torneo, MVP.
La Argentina jugó con dientes apretados como se juega un clásico, y si bien tuvo un gran comienzo, sufrió hasta el final porque Brasil se plantó y complicó hasta la última bola, con mucho amor propio y coraje. Dos tiros libres de Scola, del Houston Rockets de la NBA, la gran figura del cotejo y del torneo, cerraron el cruce después que Ginóbili (2) y Delfino (1) malograran sus envíos desde la línea cuando los dirigidos por Rubén Magnano cortaban con faltas para buscar el milagro.
Luis Scola convirtió 32 puntos (12/18 dobles y 8/8 libres), tomó 3 rebotes y dio 4 asistencias, para derrumbar las ilusiones de los brasileños de volver a vencer a los locales como en el cruce de segunda fase. Fue importante la colaboración de Federico Kammerichs para luchar en la pintura (7pts. 7 rebotes y 2 tapas en 27’) y La cuota de talento de Carlos Delfino (16pts. y 9 rebotes). Scola se viste de héroe cada vez que juega frente a la verdeamarella.
En Brasil; Marcus Vinicius con 17pts. (2/6 dobles, 3/3 triples y 4/4 libres) 5 rebotes y 2 asistencias; Rafael lucho para tener un buen juego, igual al del primero partido entre ambos equipos, convirtió 10 Pts y se cargó de faltas, pobre su labor finalmente.
La visita, contó con la gran defensa, igual que en el primer partido, de Alex sobre Ginóbili (6 pérdidas y 8 puntos con discreto 2/9 de campo), pero no pudieron con Scola, dominante en la pintura ajena. El partido fue muy intenso porque era una final, pero también un clásico histórico del deporte mundial. La Argentina se puso 21/9 con Scola intratable y un parcial de 15/1 en 5’ .Delfino (6) y Jasen (5), se sumaron al pívot.
En el segundo cuarto Magnano mandó una zona defensiva y logró el objetivo. El único que la vulneró fue Scola con su tiro de 5 metros. Cuando él salió, Brasil metió un parcial de 9/0 y se acercó 22/25. Tuvo que volver el porteño porque sus compañeros no anotaron con él mirando desde el banco. El segmento fue de bajo goleo. Lo ganó Brasil 18/14 y Scola hizo 10 con solo un doble de Prigioni y otro de Kammerichs.
Venidos del descanso largo, Guilherme y Rafael (5 cada uno) el huésped silenció el estadio y se colocó 44/43 arriba a los 5’. Delfino y Scola fueron los que se escaparon de la marcación ahora individual de los visitantes y la Argentina pudo terminar arriba 50/48.
En el último, como era de esperarse, el nerviosismo y el cansancio de un torneo largo y duro, puso tensión y equívocos por ambos bandos. Brasil arrancó furioso: 8pts en un minuto y tomó 6 de diferencia: 56/50. Otra vez la enjundia de Kammerichs (5pts. en el capítulo) y otros 10 puntos de Scola fueron determinantes. La fiesta parecía anticipada. La Argentina ganaba 74/63 con solos 45 segundos por jugarse. Pero, en este deporte apasionante, nunca nadie se da por vencido. Marcelo Machado tomó el liderazgo con 7 puntos y los suyos quedaron a 2 a falta de 6 segundos por los tiros libres errados ya narrados. No obstante. Ginóbili volvió a ir a la línea y erró uno, pero la salida de Brasil fue mala, recuperó Scola, le cometieron falta y no falló en la línea de libres.
Final para la gran campaña de la Generación Dorada, campeonato y pasaje a los juegos. El torneo sirvió para disfrutarlos y que ellos disfruten de la gente y el cariño a éste equipo que tanto le dieron al básquet nacional.
daniel zaiser.-
foto: cabb