El Concejal Mario Rodríguez (UCR) fué uno de los dirigentes políticos al que se visualizó más claramente participando de la multitudinaria marcha que se llevó a cabo en la ciudad de Mar del Plata, en el denominado 8N. Consultado al respecto manifestó: “Antes que nada, quiero resaltar la magnitud de la marcha; hacía mucho tiempo que no se veía una manifestación popular con tanta cantidad de gente, de manera absolutamente pacífica. El mensaje del 8N va claramente dirigido a quienes nos gobiernan, a nivel nacional, provincial y local, pero del mismo debe tomar nota toda la dirigencia, tanto la política como la de los diferentes sectores de la sociedad, entre ellos, la sindical y la empresarial”.
“El pedido de un mayor respeto a las instituciones y a la opinión de los ciudadanos, la total negativa al intento reeleccionista del actual gobierno nacional, el rechazo absoluto a las mentiras del INDEC sobre las cifras de inflación, el justo reclamo del 82% móvil para los jubilados, la necesidad de recuperar la decencia ante tanta inmoralidad, fueron algunas de las consignas expresadas por los miles de manifestantes autoconvocados. Más allá de esos reclamos, la marcha fué una muestra contundente, imposible de ignorar, del agotamiento de un modelo de conducción kirchnerista consistente en la descalificación, el agravio, la prepotencia y el maltrato, basado en la lógica amigo / enemigo, con niveles de soberbia y autoritarismo francamente intolerables. Lamentablemente, en nuestra ciudad, el Intendente Pulti ha copiado el modelo K, con el mismo fundamentalismo con el que en los 90 acompañó a Russak y a Menem, de quienes ahora quiere abjurar”, señaló Rodríguez.
Por último el dirigente radical expresó que “el Ex Presidente Raúl Alfonsín nos enseñó que la política es diálogo, porque sino es violencia. Ese diálogo que exige la mayoría de la sociedad argentina, también lo pide en ciudades como la nuestra, donde la mayoría automática oficialista de Acción Marplatense en el Concejo Deliberante hace oídos sordos a los reclamos de más transparencia, mayor seguridad y mejor gestión, entre otros.. Ojalá el mensaje del 8N sea escuchado, para el bien de toda la ciudadanía, que se resiste a vivir en el destrato y la confrontación permanente”.