Se trabajó con una muestra por cuotas teniendo en cuenta sexo y zona de residencia. El relevamiento se efectuó mediante encuestas cara a cara a 390 ciudadanos residentes en diversas zonas de la ciudad durante la última semana de septiembre.
La encuesta se elaboró en función de tres niveles: nacional, provincial y municipal. Se indagó en primer lugar cuál es la cualidad o característica positiva que se reconoce en cada gobierno; en segundo lugar, la acción de gobierno que los ciudadanos destacan como positiva; en tercer lugar, la cualidad apreciada como negativa. Y finalmente, al cerrar cada bloque se solicitó una calificación general de la gestión de gobierno.
A nivel nacional, el 24% coincidió en que no hay cualidades o características positivas del actual Gobierno. Entre los que sí las reconocen, se destacan la búsqueda de la inclusión a través de medidas orientadas a la redistribución y la igualdad (21%), a otras formas de participación en la distribución de bienes materiales y no materiales, y el crecimiento económico, en menor medida.
Por el contrario, la falta de seguridad (22%), la corrupción (13%), y la falta de control sobre la distribución de planes sociales, la soberbia y el autoritarismo, al mismo tiempo que ciertos rasgos demagógicos, los enfrentamientos constantes con diversos sectores sociales, la inflación y las mentiras, son algunos de los puntos mencionados como negativos y propios del gobierno nacional.
Con respecto a la obra o medida de gobierno más importante, los ciudadanos destacaron la asignación universal (18%) y las jubilaciones (16%), en consonancia con la cualidad reconocida como positiva anteriormente: la búsqueda de la inclusión. Fueron también mencionadas, en menor medida, el pago de la deuda, la creación de escuelas, ley de medios, el fútbol para todos, mejoramiento de rutas, entre otras.
La calificación de la gestión atribuida al gobierno nacional mayoritariamente se situó entre los 5 y los 7 puntos, siendo el promedio obtenido de 5,08. Sin duda, la mayor preocupación ciudadana es la inseguridad y por tal razón se consideró con el 59% de las respuestas, que es la problemática en la que el próximo gobierno nacional deberá concentrar el mayor esfuerzo.
El 46% de los encuestados sostuvo que San Luis fue la provincia que ha tenido un desarrollo superior a las demás en estos últimos cuatro años. Luego el porcentaje se concentró entre los que señalaron que ninguna creció por encima de otras. En contraste, cuatro de cada diez encuestados consideró que ninguna provincia padeció un deterioro mayor al resto en los últimos años. A pesar de ello, Chaco (18%), Buenos Aires (11%) y Formosa (10%) fueron las mencionadas. El (9%) manifestó de un modo más general indicando “el Norte”.
En el nivel provincial se reconoció como la cualidad positiva del gobierno, la inversión en obras públicas (32%). También agrupó un alto porcentaje la opción ninguna (24%).
Del mismo modo que en el nivel nacional, mayoritariamente (54%), la inseguridad fue mencionada como la característica más negativa del actual gobierno.
Finalmente en el nivel municipal fue contundente el reconocimiento de los ciudadanos de la obra pública realizada por el gobierno (61%), como la obra o medida más destacada.
En forma coherente con las respuestas dadas a la misma pregunta en los otros niveles, la inseguridad (43%), es el aspecto considerado como más negativo también a nivel municipal. Muy alejados en el nivel de coincidencia se mencionan: el descuido de barrios periféricos (11%), la desocupación (6%), la corrupción (6%), y la falta de higiene en la vía pública (5%).
Entre las obras de gobierno se reconoce como muy importante el logro de la nueva Estación Terminal Ferroautomotora (43%). También se mencionó el Centro de Salud CEMA (12%) y el Emisario Submarino (9%).
La mayoría (76%) calificó la gestión del gobierno municipal entre los 5 y los 8 puntos. El mayor porcentaje se concentró en los 7 puntos (29%). El promedio en este caso es 5,74.
La inseguridad, sin duda, es el aspecto en el que el próximo gobierno debiera trabajar con mayor dedicación (61%) con el fin de disminuir los riesgos que amenazan a la población. Luego, muy alejado en el porcentaje logrado, se mencionó la desocupación (14%).
En relación a la obra de infraestructura que necesita la ciudad, un alto porcentaje de las respuestas se refirieron al ámbito de la salud (36%). En efecto, se mencionó la necesidad de remodelación del Hospital, la creación de hospitales nuevos y de Centros de Salud.
La falta de seguridad (48%) es el problema principal que los ciudadanos perciben en sus respectivos barrios y como resulta de las respuestas anteriores, la responsabilidad es “del gobierno” incluyendo en esta expresión a cada uno de los niveles: nacional, provincial y municipal, aún cuando en este caso puntual la mayor responsabilidad recae sobre el municipal (56%).
Consultados acerca de cuál de los candidatos estima que podría resolver la problemática mencionada, el 30% mencionó al Intendente actual. Luego, con porcentajes menores y no distantes entre sí figuran: Cheppi (19%), Baragiola (17%) y Arroyo (15%).
Los Troncos (21%), Constitución (16%), Microcentro (12%), son las zonas que más han mejorado en los últimos años, según la percepción de los encuestados. Por contrapartida, los encuestados sostuvieron que la zona que más se ha deteriorado ha sido la de la ex Terminal (40%). Se mencionaron en menor medida el Puerto, barrio Centenario y también el microcentro. Las razones principales son el abandono, la suciedad y la inseguridad.
La seguridad sigue apareciendo como el tema principal a resolver por los tres niveles gubernamentales, aunque no parece tener alta incidencia en la valoración de las actuales gestiones, ya que los puntajes otorgadas a las tres, es superior a los 5 puntos promedio.
A nivel municipal se detectan claramente zonas que han mejorado y otras que se han deteriorado. Es al intendente a quien se responsabiliza de la inseguridad en los barrios. Sin embargo, es el mismo Pulti a quien los encuestados mencionaron como el candidato que puede resolver esta cuestión, dentro de un panorama eleccionario en el que 7 de cada 10 encuestados no han resuelto todavía su voto.