A más de un mes de la transferencia parcial de fondos del Ministerio de Transporte de la Nación, todavía no se hizo público el llamado para la obra de mantenimiento de los canales de acceso y sectores interiores del puerto.
Según pudo saber este medio el borrador del pliego está en dependencias de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables para ultimar los detalles del proceso licitatorio. En un principio en cercanías a Gabriel Felizia aseguraban que el pliego estaría disponible para el 15 de noviembre.
En el escenario imaginado por el Presidente del Consorcio vislumbraban poder adjudicar antes que termine el año y ya tener a la draga seleccionada trabajando en el puerto en las primeras semanas del nuevo año.
No es claro a esta altura la cantidad de metros cúbicos que contendrá la licitación puesto que esos 440 mil anotados en la firma del convenio refieren a la situación del puerto en julio pasado. Luego hubo una serie de nuevas batimetrías que reportaron la necesidad de remover más de medio millón de metros cúbicos.
“Íbamos a realizar la última hoy (por el martes) pero hubo mal tiempo”, contó un allegado del Presidente, quien confirmó que todavía el pliego estaba en el Ministerio de Transporte, área del que depende Vías Navegables.
Más allá del relevamiento batimétrico actualizado que realizará el Consorcio sobre el fin de semana, los oferentes deberán realizar el propio para corroborar los datos “estimativos” que se volcaron al pliego de bases y condiciones.
Mientras tanto desde el Consorcio y el área de Vías Navegables van puliendo detalles de la oferta. La incógnita pasa por saber el presupuesto que dispondrá el Consorcio en el pliego licitatorio, si es que la obra se publica con un presupuesto asignado.
Se sabe que esos 200 millones de pesos que aportó la Nación del presupuesto 2020 es insuficiente para abonar toda la obra y se requiere de un complemento que surgirá del presupuesto del año que viene aunque el gobernador Kicillof garantizó que el dragado se realizaría más allá de la caja que aporte los fondos.
Dentro de las pocas certezas que existen hasta el momento se destaca el destino de los barros en el área de giro. De acuerdo a todas las muestras colectadas del espejo interior, los sedimentos no presentan riesgos para el medio ambiente y la OPDS avala que se depositen mar abierto, a pocas millas de la costa.
El plan de ejecución de la obra contempla unos ciento cincuenta días de obra, aunque depende de las condiciones climáticas. Se sabe que Mar del Plata no es precisamente un puerto amigable para este tipo de tareas, donde siempre hay viento y fuerte oleaje. Las condiciones adversas aumentan en la medida que se avanza del otoño al invierno.
Hoy el canal principal está obstruido parcialmente por sedimentos que avanzan desde el banco de arena ubicado en el extremo de la Escollera Sur, situación que obliga a la flota a utilizar la segunda enfilación o canal secundario para poder ingresar a puerto.
Si bien la situación no es de extrema emergencia, en el Consorcio saben que un período de inestabilidad, acompañado con fuerte viento sur puede arrojar más cantidad de sedimentos en los canales de acceso, y encender las alarmas que por el momento lucen apagadas.
Originalmente en los planes de Merlini, el dragado siguiente a la partida de la Omvac 10 en noviembre del 2018 era en el transcurso de 2020. Retraso en el cambio de mando en la gestión portuaria, coronavirus, emergencia presupuestaria; la obra se aplazó unos meses. Cuanto más se demoren en comenzar el dragado, más probabilidades existen de que las alarmas se enciendan.
Por Roberto Garrone
Revista PUERTO