Dominan los violentos: debido a las amenazas recibidas, la jefa de guardia del HIGA pidió licencia

La locura generalizada, donde todo se dirime a los tiros, sumada a la ola de violencia con enfrentamientos entre bandas en diferentes zonas de Mar del Plata, llegó hasta el mismísimo Hospital Interzonal, donde las guardias desde hace tiempo, se convierten en un problema que hasta el momento no tiene solución. A las declaraciones del doctor Alejandro Loretti donde aseguró “van a matar a alguien en la guardia y después van a decir que fue un accidente”, se le sumó el caso de la médica Andrea Potes, quién afirmó “más de una vez los acompañantes de los heridos nos muestran armas y nos dicen `salvalo o te mato´”.

Conocido el último caso de tres personas baleadas, debido a una reyerta en el barrio Las Heras, todos continúan internados en el centro asistencial y con estado reservado. Familiares y allegados de los heridos, amenazaron al personal de guardia del establecimiento, descontrolando el lugar con corridas, gritos, insultos y mostrando armas de fuego.

La doctora Andrea Potes, jefe del Servicio de Emergencia y Trauma del HIGA, fue una de las afectadas por este grupo de personas que quemando neumáticos en la puerta del nosocomio pedían por la presencia de la facultativa. “No puedo seguir trabajando en estas condiciones y pongo en riesgo a los que trabajan alrededor mío”, afirmó Potes, luego de los momentos de zozobra que se viven por estas horas en el hospital.

No es novedad que con el paso del tiempo se incremente el número de baleados, gente armada y familiares de víctimas que amenazan al personal, ya que la conocida falta de gestión del gobierno bonaerense, que ni siquiera cumple con los mínimos requisitos dentro del nosocomio, una vez más brilla por su ausencia al igual que las autoridades del hospital.

Acto seguido la facultativa aclaró que “decidí hacer una presentación judicial en la Fiscalía General pero no solo por éste hecho puntual ya que los hechos de violencia son continuos en el hospital”.

Asimismo hizo referencia al hecho en particular por el cual está amenazada “no son amenazas explicitas, pero si hay un grupo de 100 personas quemando neumáticos y pidiendo por mí, es lógico que me sienta de esa manera”.

Con respecto a la seguridad en el nosocomio indicó que “siguen estando solo tres policías más el personal de seguridad, pero por la magnitud del hospital no alcanza”. Y agregó que “en cualquier momento nos matan un médico, una enfermera, un administrativo. No es una excepción que ingresen con armas a la guardia del Hospital”.

Finalmente Potes se sinceró: “trabajamos por vocación, y para nosotros que nos amenacen de muerte es algo natural. Más de una vez nos muestran armas y nos dicen “salvalo o te mato”, es irracional lo que hacen y lo realizan frecuentemente”.

Foto: El retrato de hoy

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