Jonathan Cáceres, un techista que había sido acusado del crimen de una anciana de María Angélica Rossi (74), además recibió hoy por parte de la Justicia de Garantías la imputación por el asesinato de Elizabet Othondo (81).
Se recuerda que en ambos crímenes, se intentó ocultar un robo y asesinato prendiendo fuego los cuerpos y también los domicilios. Precisamente el modus operandi fue uno de los elementos que tuvo en cuenta la justicia para imputar a Cáceres.
El cuerpo de Rossi fue encontrado el pasado 7 de mayo en su casa de Los Chañarez entre Los Calas y Yanquetruz, en el Bosque Peralta Ramos. Unas amigas habían ido a almorzar, y se encontraron con que la mujer no salía. Finalmente los bomberos encontraron su cuerpo calcinado.
En el caso de Othondo, su cadáver fue hallado el 3 de junio en su domicilio de Rodríguez Peña al 2700. Unos vecinos no habían recibido respuestas suya en todo el día, y decidieron ir hasta el lugar para descubrir si había pasado algo. Al llegar al lugar lo que encontraron fue un gran desorden y rastros de hollín. Fueron los bomberos los encargados de encontrar el cuerpo.
Además del modus operandi, la Justicia tuvo otros elementos para lograr la imputación de Cáceres, por ejemplo una huella suya en un charco de sangre de la casa de Rossi; también se descubrió que el supuesto victimario había vendido algunos de los elementos robados en las casas de las ancianas.
Finalmente, también se pudo comprobar que Cáceres había trabajado como techista en ambos domicilios, lo que le dio cierta cercanía con las ancianas para poder actuar.
El techista, que había recuperado la libertad en 2021 tras cumplir una sentencia por “robo agravado con privación ilegal de la libertad”, está detenido en la Unidad Penal 44 de Batán. Las dos causas que se le imputan tienen penas por cadena perpetua.