Una posible pista mantenía en las últimas horas del martes en vilo al operativo de rescate del submarino ARA San Juan, y por ende una vez más la esperanza afloró en los familiares. Dos fuentes diferentes revelaron que se detectó una señal a partir de la cual se estableció un nuevo perímetro de búsqueda en el Atlántico Sur.
Cerca de la medianoche, una flota encabezada por la corbeta Drummond se dirigía al lugar para tratar de verificar si esa señal corresponde al submarino buscado desde la semana pasada, después que el miércoles perdiera todo tipo comunicación con las bases terrestres.
Según el medio Clarín, la versión coincide con otro trascendido que surgió desde la Marina de los Estados Unidos que habría localizado con uno de sus aviones una “mancha calórica”, que se correspondería a un objeto metálico, a unos 300 kilómetros de la costa de Puerto Madryn y a unos 70 metros de profundidad en el Atlántico Sur.
La señal, sin embargo, no sería suficiente para determinar si el objeto detectado es, en efecto, el submarino desaparecido o los restos de algún naufragio ocurrido en la zona. De todos modos, las fuentes reconocieron que la orden enviada pasadas las 20 fue la de dirigirse “a máxima velocidad” ante la posibilidad de que el “objetivo material” fuera el ARA San Juan.
Una vez verificada esa señal y si se comprueba que se trata del submarino, comenzaría el operativo de rescate para intentar sacar a los 44 tripulantes de la embarcación.
El ARA San Juan había zarpado nueve días antes desde Ushuaia y era esperado el domingo en su apostadero de Mar del Plata. La última comunicación se produjo el miércoles de la semana pasada a las 7.30.
Unos 4.000 efectivos de varios países -Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Brasil, Chile, Perú, Colombia y Uruguay, además de Argentina- participan en la operación de búsqueda y rescate en el mar.