El día 20 de febrero de 2014 se elegían para un nuevo período presidente y vicepresidente del Consejo de la Magistratura. Durante tres años por un acuerdo en el oficialismo el presidente y vice se alternaba entre candidatos K.
Por lo que fue una sorpresa que se anunciara, para el próximo año, al Dr. Alejandro Sánchez Freytes como presidente y al Dr. Ricardo Recondo en su carácter de vicepresidente, teniendo en cuenta que ambos son opositores al Gobierno.
Como un bálsamo para mis oídos y una caricia a la Constitución, declararon: “Espero contar con el apoyo en el cumplimiento recto y acabado del Consejo de la Magistratura”, dijo Freytes. “Cuando haya una persecución injusta procederemos a rechazar las denuncias. Trabajaremos con espíritu objetivo”, agregó Recondo.
Esto que debiera ser algo propio de la democracia, va en muchos casos a contramano con la realidad. El Gobierno desde hace 7 años viene manipulando la justicia, cada vez con menor disimulo, hasta lo grotesco y a juzgar por algunas declaraciones de la propia Presidente, … lo obsceno.
Cuando la justicia se mezcla con la política y ambas con espiralados entramados de corrupción todo puede esperarse. En ese sentido el gobierno a través de los organismos que corresponde viene designando jueces fiscales y miembros del poder judicial afines a los intereses del Ejecutivo y como contrapartida desafecta a jueces y fiscales más difíciles de domesticar.
Con esa premisa el accionar se vuelve cuasi mafioso, hasta convertirse en persecutorio, tal es el caso del Juez Pedro Federico Hooft quien se desempeñaba al frente del Tribunal en lo Criminal y Correccional N° 4 del Departamento Judicial Mar del Plata, quien está enfrentando un jury de enjuiciamiento por supuestos delitos contra los DDHH
El juez Pedro Federico Hooft fue uno de los pocos jueces que defendió los DDHH en momentos que no existían en el país DDHH, durante el mismo Proceso, (citaré tres hechos que demuestran lo dicho)
Por una investigación que llevaba adelante por torturas y apremios ilegales en la que se involucraba un comisario y varios oficiales, el 2 de diciembre de 1976 sufrió un atentado con armas de guerra en su domicilio particular, teniendo que pasar varias noches en distintas casas de amigos y familiares, por correr riesgo su vida y la de su familia, la que terminó abandonando la ciudad por un tiempo.
Por otra parte La D.I.P.B.A (Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires -actuaba como la SIDE pero en la Prov. de Buenos Aires-): el 7 de julio de 1979 emite un informe en el que apuntan al Juez Hooft, donde dice:
“se asegura la intensa participación en esta comisión, de las siguientes personas: PEDRO CORNELIO FEDERICO HOOFT, Juez penal de Primera Instancia del Departamento Judicial de Mar del Plata”, respecto de quien se observa: “de cuya tendencia se desconfía”, “no es por supuesto partidario de la filosofía del proceso actual”, y “en abierta beligerancia con la Policía de esta Ciudad, cosa que demuestra públicamente…”
Otro hecho a destacar es el informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, que luego de su visita en 1979, publicara “Informe Argentina 1980”.
Del mismo surgen sólo dos condenas dictadas en la Argentina por torturas y privación ilegal de la libertad. Una de esas causas, con sentencia condenatoria dictada en 1979 se tramitó ante el Juzgado Penal nº3 a cargo del juez provincial Pedro Hooft, quien dictó severas condenas a funcionarios policiales de la Seccional Cuarta de Policía, incluyendo al “Jefe del Servicio de Calle” Marcelino Blaustein, ascendido en años posteriores al cargo de Comisario.
Estos hechos y otros tantos que durante su carrera judicial el Dr. Pedro Federico Hooft ha realizado por los DDHH no hacen más que contradecir las acusación que hoy quieren imputarle, justamente por delitos contra los DDHH.
La causa presenta algunas irregularidades, al punto que el Fiscal Claudio Kishimoto, fue apartado de la misma, cuando dijo que esta causa “es un gran verso” y que tuvo que firmar escritos “coaccionado por funcionarios superiores de la Procuración General”.
Es por ello que a poco de iniciada esta carta afirmara que las nuevas designaciones frente al Consejo de la Magistratura eran “una caricia a la Constitución”, en especial al leer las declaraciones del Dr Ricardo Recondo que dicen “Cuando haya una persecución injusta procederemos a rechazar las denuncias”
Esperando ver así un poco de luz ante tanta oscuridad.
“Una injusticia hecha al individuo es una amenaza hecha a toda la sociedad”, Montesquieu.
Sergio Romanelli
El juicio a Hooft es una parodia de Justicia, con veredicto y condena elaborados de antemano.
Hooft va a ser hallado culpable y será condenado a prisión perpetua, además de ser confiscados sus bienes.
Falsos testimonios y pruebas inventadas, sumado al preparado y sistemático rechazo a los alegatos de la defensa, más la prohibición de que el imputado pueda declarar en su favor, recuerdan a los juicios soviéticos de la época de Stalin.
Es vergonzoso lo que está ocurriendo.
Gracias Néstor por comentar.
HACEN CON HOFT LO MISMO QUE HICIERON CON BERGOGLIO. BONAFINI, CARLOTTO, LA CAMPORA, PAGINA 12, VERBISKY, DENUNCIABAN A UN PAPA FACHO Y GENOCIDA, COLABORADOR DE LA DICTADURA, QUE DELATO A SACERDOTES, QUE PRESENCIO TORTURAS, QUE SE NEGO A AYUDAR A LKOS PERSEGUIDOS POR LOS MILITARES, ETC.
TODA ESA LACRA DECIA, COMO LO HACEN AHORA CON HOFT, QUE LAS PRUEBAS ERAN ABRUMADORAS, NUMEROSAS Y CONTUNDENTES, CON CIENTOS DE TESTIMONIOS QUE AVALABAN ESAS ACUSACIONES.
PÉRO HUBO PRESION INTERNACIONAL Y LAS MENTIRAS SE DISOLVIERON Y DILUYERON. PERO LOS DIFAMADORES JAMAS PIDIERON DISCULPAS.
HOFT YA ESTA CONDENADO, COMO DICE NESTOR. TIENE ENEMIGOS PODEROSOS: LOS ABOGADOS, JUECES Y POLICIAS CORRUPTOS A QUIENES HOFT LES ARRUINO EL NEGOCIO DE LA PROSTITUCION Y LA DROGA. Y EL PERIODISMO BERRETA Y PEDORRO QUE REPRODUCE LAS BARBARIDADES QUE LES ENVIA LA AGENCIA GUBERNAMENTAL TELAM.
TODOS ELLOS HOY SE VENGAN ASI.
DAN GANAS DE VOMITAR.
Gracias Gonzalo por el comentario.
Quienes conocemos un poco de la justicia de MdQ sabemos quién es quién, esta es una causa armada por César Sivo con complicidad del poder político. Sivo era secretario en un juzgado que subrogaba el Juez Hooft, el magistrado detectó algunas irregularidades que estaba cometiendo este secretario, por lo que Sivo renuncio para no enfrentar una posible causa. Actualmente Sivo es uno de los abogados querellante de Hooft y al mismo tiempo es el abogado defensor de Garcia Berro el fiscal sospechado y enviado a juicio por una causa que Hooft investigó por un caso de prostitutas asesinadas “el conocido caso del loco de la ruta” que terminó por el accionar del juez Hooft con el procesamiento de 10 policías un comisario y un fiscal.
Es conocido un hecho que se dio en los pasillos de los tribunales que Sivo comentó con colegas en voz alta que se las pagarían, señalando el despacho del Juez.
Todo esto con la complicidad del Fiscal Adler vinculado también con la causa de Campagnoli. Ya otro fiscal, Claudio Kishimoto, comentó con el hijo del juez (y fue grabado) que la causa estaba armada, que es una vendetta contra tu viejo y que no entendía porque tanta saña, y que las ordenes venían de más arriba, estas declaraciones generaron un revuelo en la justicia y el relevamiento y traslado a la ciudad de Rosario, promovido por la Procuradora Gils Carbó.
Está claro que el Consejo de la Magistratura no mide a los jueces con la misma vara al momento de analizar sus actuaciones, por eso hay jueces que no solo deberían haber dejado de serlo hace años como él es el caso de Oyarbide, en tanto a otros se les busca cosas por debajo de la alfombra para poder llevarlos ante un jury, con el agravante como en este caso de que se inventen pruebas o se traigan hechos de los pelos para que entren en la causa, así sea por la ventana.
Una pena que hechos así atraviesen por el centro de la justicia, que nos queda para los simple mortales?
Gracias Adrián por el comentario.
Jury a Hooft, el ex policía Blaustein habia sido condenado por Hooft en 1979 por apremios, y se encuentra imputado por delitos d lesa humanidad, hoy la defensa pidio la detención por falso testimonio ante groseras contradicciones. Por otra parte Roberto Falcone “el lobo” instigador central de este juicio político a Hooft debería estar a derecho y no eludir su responsabilidad, falto a declarar y como si fuera poco Mario Portela la semana pasada incurrio en falso testimonio. Un caso increíble: tanto repetir que siendo funcionario judicial juramentado por las actas del Proceso nunca llegó a tener en sus manos un caso de desaparición forzosa, su entrenamiento lo llevó a faltar a la verdad declarando bajo juramento. es sabido que odiaba a Pedro Hooft.
Realmente en una semana de juicio ya no se puede sostener la mentira en este caso.
Viviana
Gracias Viviana pr el comentario. ¿Cómo sabes tanto? por favor responder a info@mdphoy.com . Gracias nuevamente.
La jornada final del jury a pedro Federico Hooft se llevó a cabo el viernes 16 con tres testigos de la defensa, citados de manera correcta por el universo de medios que había falseado notablemente la cobertura de lo dicho y ocurrido en este procedimiento.
Juan Carlos Hitters
Juan Carlos Hitters, Ministro de la Corte. Preside el jury a Hooft.
Fue escuchado el testimonio de Irene María Cecilia Hooft, hija del juez, quien aseguró que su padre “ha sido un juez con aciertos y errores como todo ser humano, pero siempre inculcó diversos valores con sensibilidad humana en nuestra vida”. Recordó que “en el ’93 yo trabajaba en Tribunales y estudiaba Derecho y se promueve un jury contra mi papá, por el caso de [Jorge] Candeloro, y recuerdo que su familia llamó a mi papá diciendo que ella no tenía nada que ver con el juicio”. Marta García de Candeloro había declarado que, cuando estuvo ilegalmente encerrada en la comisaría 4ª de Mar del Plata, Hooft recorrió los calabozos y no atendió su pedido de auxilio.
Irene Hooft sólo fue interrogada por la defensa del juez, a cargo de Héctor Granillo Fernández, ya que la querella se negó a realizarle preguntas referidas al caso por considerar que “es hija del imputado y no tendría que estar declarando”, según dijo el abogado Luis Alén. ¿?
Luego habló la testigo Lidia Lupo Schweizer, madrina de dos de los hijos de Hooft, y sostuvo que “hay cosas que no pudimos hacer, en dictadura nadie pudo hacer todo lo que quiso, Pedro es incorruptible”. Finalmente, Liliana Elvira Pérez, ex consejera del Colegio de Abogados de Mar del Plata, contó que “según las actas del consejo directivo durante estos hechos [la Noche de las Corbatas] surge que el único juez que había defendido las causas contra la dictadura había sido Hooft” (ver más de Pérez en noticiasyprotagonistas.com/entrevistas).
No citado por los medios de corte y pegue de gacetillas hay un testimonio certivo y muy fuerte, el de Federico Gastón Lhomme quien señalo: ““El concepto que me pude formar de la persona del doctor Hooft fue excelente porque fue un magistrado excepcional en cuanto a mi criterio responde. O sea, una persona conocedora del derecho, justo, independiente, criterioso, estudioso, profesor de filosofía, de buen trato con el personal. Defensor a ultranza de los derechos y garantías de cuanto imputado pasaba por el lugar, incluso las víctimas, también, por supuesto, o sea, que el concepto que puedo referir es inmejorable”
“Puedo señalar un aspecto que es notorio, que fue la forma que él tenía de investigar todos los hechos que tenían que ver con apremios y tormentos. En eso, no tenía referencia que en general, todos los juzgados tenían el procedimiento de, eventualmente, tomar la denuncia si no existía y derivarla a los funcionarios policiales. Eso motivaba que normalmente los resultados fueran negativos, porque obviamente, las personas omitían la denuncia o, si se investigaba, después no llegaban a buen puerto. El doctor Hooft desde un primer momento tuvo la valentía, por llamarlo de alguna manera, además de cumplir con el derecho de asumir la instrucción –recordemos que estamos hablando de un juez de sentencia en aquel entonces-, por lo cual la mayoría de los procedimientos eran dirigidos y ejecutados por personal del Juzgado”
Sobre las visitas a las comisarías de Mar del Plata expresó que comenzaron “creo que por un acuerdo entre jueces designados después del golpe de Estado, estoy hablando del año 76, y no recuerdo si eso fue motivado por decisión de ellos o había alguna acordada de la corte”
“Recuerdo que se efectuaron periódicamente, sobre todo en los turnos de los Juzgados, en cada Juzgado a la mayoría de las dependencias policiales que podía, sobre todo donde tenían alojados detenidos”
“Había un temer de que esto pudiera originar rispideces”, por lo tanto “se decidió que las primeras visitas se hicieran en conjunto, con los otros Juzgados, y así ocurrió”. “Recuerdo algunas comunicaciones que se hicieron a la Corte, referidas a la mala condición de alojamiento de los detenidos”.
“Se comunicaba a la Corte haciendo conocer esa circunstancia y solicitando la posibilidad de que el Poder Ejecutivo dispusiera que se modificara, que se corrigieran esa anormalidades. Esas notas estaban firmadas por los cuatro jueces penales titulares en aquél momento”.
El testigo expresó que estas visitas empezaron en el año “76, 77, 78… Y después se siguió con esa práctica”. En relación al clima de la época preciso “tenía 28 años. La situación en el país era de violencia. Todo el mundo estaba pendiente y sabía que podía ser secuestrado o desaparecido por las fuerzas militares. El hecho de que la policía, en muchos casos tuviera relación con las fuerzas militares, nos hacía tener un miedo adicional, sobre todo en las circunstancias de procesar y condenar por tormentos y apremios. Se trataba de tener fuerza y en esto mucho tenía que ver el Juez, porque él tenía una prestancia y un coraje a toda prueba y nos transmitía tranquilidad para sobrellevar el tema… En el caso del Servicio Penitenciario no era tan así, porque no tenían personal en la calle, pero en ocasiones de motines, como el que sucedió en la Unidad Penal de Batán, de Mar del Plata, donde los detenidos se quejaban por malos tratos, mala comida, mal alojamiento, por parte de los guardia cárceles, tomaron el penal y los presos a los efectos de negociar, habían pedido que fueran miembros del Poder Judicial, específicamente, el doctor Hooft, porque les daba una cierta garantía de cumplimiento de lo que luego pudieran convenir para el futuro. Me tocó estar tras los muros con los presos, y sí, el temor existió”.
Es importante citar que Lhomme fue muy preciso al señalar sobre la seccional cuarta de policía, en la cual Marta García dijo haber visto a Hooft sin ser tenida en cuenta por este, que allí en su experiencia “había un cartel que decía área militar. Supongo que nos lo habrán informado en la primera visita que hicimos y así lo pudimos constatar una vez que accedimos a los calabozos. Creo que era un sector donde los policías no entraban, como así tampoco los jueces y secretarios. Sabíamos que era un área restringida. No estaba dentro del área de nuestra competencia, porque la legislación vigente de ese momento preveía que todas las actuaciones militares no pertenecían al fuero provincial”.
El próximo lunes se darán los alegatos y el día 28 de Abril se conocerá la decisión del tribunal.
16/4/2014 fuente: @nyp999
Gracias Andy por los comentarios.