“Dejemos de justificar el maltrato animal a través de la exclusión social o de la pobreza”

“Si el caballo estaba siendo azuzado o mostraba signos de maltrato, el accionar policial fue el correcto. Lo que faltó fue presencia de un fiscal. Pero la policía actuó bien porque ante la comisión de un delito que es de acción pública, tiene la obligación de ponerle fin y ante esa situación la fiscal tendría que haber ratificado y ordenado el secuestro del equino si se configuraba uno de los supuestos de la ley 14.356 que es azuzar al caballo para el trabajo”, sostuvo la letrada Bárbara Navarro, consultada por mdphoy.com sobre el accionar de la agente fiscal Florencia Salas, quien ordenó la restitución del  equino que fuera rescatado en la intersección de Catamarca entre Rivadavia y San Martín por proteccionistas, quienes dieron  intervención a la Policía Local al advertir cómo el animal era salvajemente castigado con un fierro.

Navarro, quien  integra la Comisión de Derecho Animal del Colegio de Abogados local, también resaltó que “según la información que se dio a conocer, la única veterinaria presente parece que fue la del Movimiento de Trabajadores Excluidos, la fiscal tendría que haber solicitado la pericia de un veterinario oficial y a falta de éste de uno privado, pero llamado por Fiscalía de manera que se asegure la imparcialidad del dictamen”.

Respecto a la información que da cuenta que la fiscal procesará a los responsables que rescataron el caballo del trabajador en plena jornada de labor, la abogada proteccionista consideró que “de ser así sería una demostración palmaria  del poco conocimiento que tenemos en nuestra Justicia respecto a la Ley de Maltrato Animal y particularmente en este caso especial que sabemos que se trata de un caballo rentado y no se cumplen con los debidos descansos y alimentación. Así como implica el desconocimiento de la ordenanza 4049 que prohíbe la tracción a sangre en el ejido urbano céntrico. Entonces no podemos hablar de una jornada laboral cuando se está llevando a cabo un delito ni legitimarlo diciendo que es la jornada laboral de esa persona”.

La abogada señaló además que “la ley de maltrato animal especifica que el caballo tiene que estar bien alimentado, con el descanso necesario y debe tener una jornada de trabajo – que para mí no es tal sino un uso  de ese ser-  de determinada cantidad de horas de acuerdo a la estación del año, pero en función de la información difundida él equino era de alquiler, y es sabido que ese tipo de animales no tienen ningún tipo de descanso ni de alimentación”.

Asimismo, puntualizó que “la Ley de Marcas establece que aquella persona que posee animales de porte grande como caballos y vacas  debe registrar una marca para acreditar la propiedad. La libreta sanitaria no registra ningún tipo de titularidad. Más aun como en dicha libreta no figuran las fotos del equino, muchas veces se utilizan las descripciones genéricas que tiene la misma que es como un boceto del caballo donde se indican con un círculo las señas particulares del animal pero es un dibujo que no permite establecer fehacientemente que ese caballo es el destinatario de la libreta”.

“Me sorprendió el malestar que sienten los carreros al ser repudiados por la sociedad cuando ellos mismo son los que provocan ese repudio a través de innumerables casos de maltrato animal. El repudio no se da porque la gente discrimina o es “nazi” sino porque la gente está cansada de ver el maltrato animal. Dejemos de  justificar el maltrato al  animal a través de la exclusión social o de la pobreza porque no tiene nada que ver una cosa con la otra”, sentenció la Dra Navarro.

La letrada pontifico también que “estamos cansados de la tracción a sangre equina, de ver el abuso sobre seres vivos y si nos acusan de preocuparnos solo de los caballos, pues sí. Porque a eso nos dedicamos. De los carreros que se encarguen los de derechos humanos. Basta de maltrato animal, de impunidad, y de transgredir las leyes. Las leyes son para todos por igual no hay nadie fuera de su espectro”.

Roberto Latino Rodríguez