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Eduardo Bali Bucca logró estirar su alternancia entre diferentes cargos institucionales y su comportamiento es seguido de reojo por el peronismo bonaerense. La aprobación de una nueva licencia como concejal anticipa que el ex intendente de Bolívar no solo parece dispuesto a mantener su cuota de poder en el pago chico: tampoco resigna su rol en la Legislatura.
Este miércoles el Concejo Deliberante de Bolívar le aprobó, en una reñida votación que requirió del desempate con el voto doble de presidencia (habían quedado ocho a ocho), una nueva licencia extraordinaria por seis meses como concejal de su ciudad, según reseña el sitio local Presente Noticias.
A través de una nota elevada a presidencia, el exintendente adujo únicamente “razones personales” para ausentarse del cargo- sin goce de haberes- aunque es un secreto a voces su inminente regreso al Senado bonaerense como representante de la séptima sección electoral.
De licencia en licencia: el hábil derrotero para gambetear la incompatibilidad
A lo largo de las últimas dos décadas, Eduardo Bali Bucca supo construir una importante carrera política que le permitió ser electo como intendente de su ciudad en dos periodos. En 2017, consiguió despegue nacional al apostar por la alternativa “Cumplir” de Florencio Randazzo. Pudo ser diputado nacional y excandidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires en 2019.
Pese a su proyección en la política mayor, el ultramaratonista nunca sacó los pies del plato de su pago chico y condicionó la adopción de una impronta personal a su sucesor, Marcos Pisano, quien conduce los destinos de la localidad desde 2017 – interinato de dos años y luego electo y reelecto en el cargo de intendente.
Pero siguió con su injerencia local. La puja silenciosa por el poder territorial quedó expuesta a cielo abierto con el armado de la lista en 2023 en las que Bucca se anotó como primer concejal- cargo que le posibilita desempeñarse como intendente interino ante la ausencia de Pisano-, con una nómina copada ampliamente por dirigentes de su riñón y con un cierre de listas que dio que hablar dentro del peronismo.
Desde esa instancia, Eduardo Bucca esquiva la incompatibilidad establecida por la con la Ley Orgánica de las Municipalidades (LOM) a partir del uso de breves licencias temporales entre los cargos.
Una maniobra que es mirada con atención por el peronismo bonaerense
Está claro que los movimientos de Bucca no pasan desapercibidos dentro del peronismo bonaerense. En primer lugar, por las complicaciones naturales que ocasiona a sus reemplazos (quienes siguen en el orden de lista son los olavarrienses Liliana Schwindt – quien ocupa temporalmente la banca- y Federico Aguilera, ambos electos como concejales de su ciudad y por lo tanto también con riesgo eventual de caer en incompatibilidades)
Pero además dentro de Unión por la Patria desconocen a ciencia cierta si el bolivarense tiene alguna “terminal” en las tribus del peronismo o si se maneja de manera solitaria. “Jugar siempre con la especulación es una vergüenza” lamenta un representante del oficialismo en la Cámara Alta.
Las señales de alerta también se encendieron tras una nota en el diario local La Mañana en la que aseguran que Bucca “viene manteniendo reuniones con actores principales de la política nacional tendientes a conformar una fuerza transversal que se muestre como alternativa en el futuro inmediato. En esa línea se reunió con Horacio Rodríguez Larreta y tiene previsto hacer lo propio con el gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, entre otros referentes” advierten.
Con las nuevas cartas sobre la mesa, el peronismo bonaerense se mantiene expectante y prestará especial atención a los próximos movimientos políticos de Bucca.
Sergio Di Pino