Carta de Lectores

¡Cuidado con un Único Pensamiento Nacional!

forsterEn junio, en la órbita del Ministerio de Cultura se creó la Secretaria de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional, poniendo al frente a Ricardo Forster (referente de Carta Abierta). Ahora, el funcionario hizo declaraciones en referencia a las candidaturas del kirchnerismo para que le pudieran ganar a Daniel Scioli. Cada vez es más notorio que el gobernador porteño de la provincia de Buenos Aires, no goza de la simpatía de muchos referentes K. No caben dudas que hay diferencias ideológicas y de comportamientos que hacen a esta distancia. La conducta de Scioli bien la conocemos en Mar del Plata.

Hace pocos días, tras la muerte de otro taxista, por la inseguridad reinante (la que reina cada vez con más coronas), sus colegas, entre las manifestaciones que hicieron, se presentaron, atentos a pocas informaciones al respecto, casi de forma inmediata en inmediaciones del Hotel Provincial. ¿En razón de qué se apuntó a este lugar? Todo taxista, todo el que anda por la calle, que no se queda encerrado en su burbuja, sabe que en ese hotel o en el vecino (Hermitage), se mueve el gobernador Scioli, con sus propios intereses y los que le sugiere el propietario, entre otras cosas, de esos establecimientos. Saben asimismo esos trabajadores del volante que la política local (o lo que queda de ella), pasa igualmente por esas estructuras hoteleras.

Pero más allá de esto, que no deja de preocuparnos, las declaraciones de Forster nos hacen evaluar nuevamente la imaginación que se tiene para crear “sillones”, con una mesa bien tendida de apetecibles manjares (llámese dinero del pueblo). En este caso, Secretaría de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional. Todos títulos rimbombantes y quizás con muy buena intención, pero todo esto se enfrenta con la realidad muy cercana, la de la década ganada. En la presentación del área, Forster indicaba que “es imprescindible seguir distribuyendo la riqueza y demarcando el rol del Estado, y la Secretaría quiere acompañar estos procesos”. Es cierto, beneficios han llegado a gente desamparada, pero no a todos, no en igualdad.

Pero lo más curioso es volver al título de distribución de la riqueza, el que creíamos olvidado. Siempre la torta es una sola, no creció o decreció en los últimos tiempos. Valga como muestra que se ha agudizado la dependencia energética con un costo altísimo para el país, lo que deteriora las reservas económicas. Por si fuera poco, los ricos, son cada vez más ricos y así los poderosos a combatir, cada vez más poderosos. Forster debería abrir los ojos para observar a su alrededor. Se encontrará con funcionarios muy cercanos a su pensamiento nacional y ver como muchos se han convertido en ricos en función de gobierno. De la riqueza presidencial ya nos hemos explayado sobradamente, sin encontrar respuestas muy esclarecedoras, más allá de lo de “exitosa abogada”, que se hizo mucho más rica desde el 2003 para aquí. Pero esto forma parte de una forma de ser. A quienes los han convencido de que el éxito es fundamental y si es de los otros, mejor. Se tiene así a alguien a quien admirar, más allá de los discursos que piensan en el otro, mientras se reparten migajas que se sacan de los derechos de otros. Caso, Anses. Ningún funcionario, por más rico que sea, saca de su bolsillo.

Preocupa además eso de “el Pensamiento Nacional”. No puede haber un solo pensamiento nacional. Visto los antecedentes que se tienen del pretendido manejo de masas, uno encuentra inútil y peligroso para el país un cargo así. Cada cual interpreta de una forma y otro de manera diferente lo que es el sentir por su patria. Mientras unos respetan el reparto de choripanes, (eso sí, quedando en su mesa el champagne y el caviar), otros observan la degradación de las instituciones y de la República, lo que no significa no tener un pensamiento progresista, significa cumplir con la Constitución en toda su extensión, esencialmente con la libertad del libre pensar, sin pensar que el que piensa diferente sea el enemigo de un pensamiento nacional.

Pidiendo perdón por las redundancias puestas a propósito para poder expresar claramente lo que uno piensa, me despido para meditar un poco más sobre mi propio pensamiento nacional.

G.M.P

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