Alexander Volkov es un joven ruso que cuidaba animales en el zoológico de la ciudad de Penza, en el centro de Rusia. En ese trabajo conoció, cuidó y entabló una relación casi de amistad con un leopardo llamado César .
Pues bien, ocurrió que al tiempo de abandonar su puesto de trabajo en ese zoológico, el joven Alexander se enteró por sus excompañeros de que el felino había entrado en un estado de melancolía: se había enfermado, no comía ni bebía.
Fue por ello que Alexander solicitó al zoo la posibilidad de llevarse al animal a su casa. Y así lo hizo. Ahora, este animal salvaje vive en la casa del joven y es un integrante más de la familia, según informa la agencia Europa Press.
César tiene tres años y actúa como si fuera un gato doméstico. Le gusta que lo acaricien, especialmente la panza, y también le agrada estar siempre merodeando a su dueño.
A pesar de la buena relación que llevan este animal y este hombre en particular, Alexander fue muy contundente al resaltar que su caso es algo excepcional y que de ninguna manera se debe sacar a un animal de su hábitat para tenerlo en cautiverio.
Él justificó la tenencia de César en que, de otra manera, al parecer el animal se hubiera muerto de tristeza. Por eso calificó su situación, y la del felino, como de mera supervivencia.