Por Cristian Ariel Mangini
Bienvenidos al país de la locura (Bienvenue chez les Ch’tis / 2008 / Francia / 105 minutos)
Director: Dany Boon.
Guión: Dany Boon, Alexandre Charlot, Franck Magnier.
Reparto: Kad Merad, Dany Boon, Zoé Félix, Anne Marivin, Philippe Duquesne, Guy Lecluyse.
Sala y horarios: Cines del Paseo (Todos los días: 16, 18:15, 20:40 y 22:55. Sábado y Domingo también: 13:45. Viernes y Sábado también: 01:10)
La escena cinematográfica francesa es sumamente diversa y bastante particular: por un lado tenemos un cine intelectual, prácticamente selecto en algunos casos, que ahonda en la poesía visual desde géneros como el thriller, el drama o el policial; por otro tenemos policiales más comunes con esquemas hollywoodenses, o aquellos denominados “polar” que tienen origen en Francia y, finalmente, las comedias súper taquilleras que suelen basarse en escenarios costumbristas del país europeo. Esta es una de esas inexplicables películas cuyo sentido del humor corre el riesgo de haberse perdido en el Atlántico, tal como sucede con las películas de la saga Asterix y, sin embargo, el film puede tener el atractivo suficiente como para enganchar al público argentino. El film cuenta las peripecias de Philippe Abrams por levantar el ánimo de su esposa deprimida, Julie, buscando la posibilidad de un traslado de su trabajo en la oficina postal a una zona de la costa francesa. Sin embargo, dado que comete un ilícito, es enviado como castigo a un pueblo hostil y remoto donde nuestro protagonista difícilmente puede entender lo que le dicen. Las cosas eventualmente cambiarán cuando logre adaptarse a ese entorno al norte de Francia. No hay mucho más que agregar, la cuestión del entendimiento responde a cuestiones de acentos de cada región, de la misma manera que en nuestro país no se utiliza el mismo acento en Buenos Aires que en Córdoba, Tierra del Fuego o Misiones. La pregunta es: ¿puede funcionar aquí una comedia basada en un chiste regional francés?, ¿es suficiente para sostener un largometraje? Eso es lo que veremos. Por lo pronto es lo único que hay.