Nos conmueve al ver los titulares y nos mandamos. Que Cuba y Estados Unidos vuelvan a tener relaciones diplomáticas. Que el presidente de Estados Unidos se comprometa a elevar al Congreso el levantamiento del embargo. Que ambos mandatarios, tanto de un país como del otro, destaquen la intervención de nuestro Papa, para este avance, resulta más que satisfactorio para quienes necesitamos nuevas señales en un mundo enloquecido, donde los niños son acribillados y la tortura es noticia de todos los días, solo esto como para sintetizar en estos símbolos todo lo malo que ocurre en nuestro planeta.
No me da el entendimiento para compararlo históricamente con algún otro hecho universal, pero es una gran esperanza que emociona ante tantas distancias que no se pueden medir en kilómetros, pero sí en razonabilidad y sentimientos.
Deseamos que este sea un primer paso para un país que conocimos y que necesita apertura más allá de los principios. Que no signifique entrega de nada y que sea la posibilidad de encuentro y de paz de los propios cubanos que tienen pensamientos diversos, pero suponemos que una misma pasión por la tierra que les dio características únicas. Uno que ama la música ha visto las distancias que se han producido en este terreno que forma parte esencial del espíritu de cada habitante. Que la misma suene, a partir de aquí como una bendición y que cubra de alegría los corazones de todos los cubanos.
Pero más allá de esto, esperamos un cambio en lo económico. Que no les gane otra ideología o la falta de ella en mérito a un materialismo demoledor, pero que surjan. Los hemos visto en la privación, pero los hemos sentido en la aceptación de un destino diferente. Hemos visto cómo la clase media es la que recibe la propina del turista y que el profesional queda relegado a un nivel más bajo.
Y desde la Argentina… El Che Guevara sigue siendo una bandera cubana, quizás una de las más fuertes, venciendo la muerte por ser un símbolo de coherencia. Es por esto que nos toca en particular a los argentinos, más allá de otra presencia nuestra de fuerte liderazgo hoy en el mundo, demostrando esto una vez más, la de Francisco y justo le llega a este en el día de su cumpleaños, no debe ser casual. Debe haber fuerzas superiores que así lo determinan.
Que sea lo mejor. Que los dirigentes de uno y otro lado sepan otorgarles a los hombres y mujeres cubanos lo que se merecen. Que sea un nuevo punto de partida y que no encontremos luego vencedores y vencidos.
Miguel Toscano