Radical, alfonsinista, radical K, kirchenerista, cristinista y por extensión funcional al Movimiento Nacional y Popular, el doctor Diego Garciarena ha sabido mantenerse guarecido en el poder de la política a partir de su militancia universitaria. La caída pronunciada de Gabriel Mariotto en el halo presidencial, lo arrastra a papeles más secundarios. Una derivación son acuerdos del vice gobernador con Daniel Scioli, en áreas claves que sólo reparten las miserias de un presupuesto agotado.
En ese esquema de divisiones a sueldo, donde las especializaciones no son tenida demasiado en cuenta, terminarían con Diego Garciarena en el manejo del servicio ferroviario provincial, que es una suerte de Caja de Pandora, ya que es un misterio saber quién lo maneja, porque parece que el ministro Florencio Randazzo. Tal vez alguien se digne a pasarlo en limpio y algún tren pase de vez en cuando.
Según publica La Política On Line, “el acercamiento entre Daniel Scioli y Gabriel Mariotto pasó de algunos gestos y guiños de no agresión a un terreno fáctico. Las embestidas y la voracidad del vicegobernador parecen haber quedado atrás. El hombre de Lomas habría encontrado en su más reciente enemigo el cobijo necesario tras una ruptura de relaciones con la Rosada.
Según pudo saber La Política Online, el vicegobernador pasaría a tener cierta injerencia en algunos sectores de la administración provincial. Se habla de lugares en Astilleros Río Santiago, Ferrobaires, el Instituto de la Vivienda y Ioma, la obra social estatal de la Provincia.
La avanzada más fuerte sería sobre Ferrobaires. Allí, Mariotto ubicaría a hombres de confianza de la Quinta Sección Electoral. Uno de ellos sería su prosecretario Legislativo en el Senado, Diego Garciarena.
El acuerdo entre el Gobernador y su vice habría sido cerrado en una reunión días antes de tratar en la Legislatura bonaerense el presupuesto y la Ley Impositiva del próximo ejercicio.
Para Daniel Scioli, las reformas en la Ley Impositiva eran la clave para poder pagar el aguinaldo a fines de diciembre. Para Mariotto, la urgencia era encontrar refugio para su estructura, en un contexto de profundos roces con la Casa Rosada.
Según trascendió, Mariotto intentará demostrar capacidad de gestión trabajando sobre sobe la línea que une Constitución con Mar del Plata. El trabajo de Garciarena estaría enfocado en la renovación de vías y dar confort a las formaciones.
El trabajo en principio parece titánico toda vez que pese a que Ferrobaires está intervenido, sigue siendo controlada por Alberto Trezza, un duhaldista que hasta hace pocos meses lideró la vieja cúpula de la empresa estatal.
Estos acuerdos no cayeron para nada bien en la Casa Rosada. Molestos por los manejos del vicegobernador y por sus declaraciones periodísticas que terminaron fortaleciendo a Scioli, también los enfurece ahora que no acepte el castigo que desde el kirchnerismo más duro suelen inducir sobre quien no cumplen a rajatabla con los lineamientos establecidos.