Supo tener un millón de amigos. Pero los verdaderos amigos de Amado Boudou se cuentan con los dedos. Mar del Plata los nuclea y la mayoría de ellos terminó en el entramado societario que rodea al ex vicepresidente. Con su meteórico ascenso se sentían invencibles, según ellos mismos se ufanaban entre brindis y en fiestas; hoy todos temen terminar en la cárcel.
Ese grupo se formó por la suma de dos vertientes marplatenses. El primero, las promociones 1980 y 1981 del Colegio San Alberto, aun cuando algunos, como el propio Boudou, no terminaron allí la secundaria, sino en el muchísimo menos exigente Minerva. El otro, el Club Universitario, donde varios jugaron juntos al rugby. Definidos también por el barrio Los Troncos y los veranos en Playa Grande, todos ellos tomaron a Boudou como un referente, mientras que su íntimo amigo José María Núñez Carmona, al que todos apodaban “Nariga”, se convirtió en su alter ego.
Juntos, “Aimé” y “Nariga” conformaron las sociedades Inversiones Inmobiliarias Aspen y Habitat Natural; trabajaron en otras, como Ecoplata y OM Express, e invirtieron en restaurantes marplatenses y al menos una discoteca porteña.
Núñez Carmona fue el gran armador de sociedades. Montó Danlon, por ejemplo, junto a otro amigo de la infancia, Guillermo “Güilo” Gayone, pero la historia terminó mal entre ellos tras un fallido negocio de Café Cabrales en Estados Unidos, por una picardía -cuanto menos- de “Nariga”.
Propietario de departamentos en Buenos Aires y Mar del Plata, motos ostentosas, camionetas BMW, un yate y bastante más, Núñez Carmona también creó la sociedad Petro de la Costa SA, con Ignacio “Nacho” Danuzzo Iturraspe, el abogado que también aparece en Habitat Natural SA y en 2012 ventiló los mensajes que intercambió por WhatsApp con el juez federal que hasta entonces instruía el caso Ciccone, Daniel Rafecas.
“Nariga” fue más lejos. También montó Embarcaciones Argentinas SA, junto con Juan Carlos López, testigo en el juicio de divorcio de Boudou y uno de los citados ahora a indagatoria por el juez federal Ariel Lijo por presunto enriquecimiento ilícito de “Aimé”.
Conocido como “el Sordo” desde que sobrevivió a un disparo, López también figuró como presidente de Inversiones Inmobiliarias Aspen SA, con “Nariga”; Action Media, también junto a Núñez Carmona, y Rock Argentina, junto al ex jefe de Gabinete de Boudou Guido Forcieri, que también aparecía en Petro de la Costa SA y ahora afronta el juicio oral por el caso Ciccone.
Además, López armó WSM, junto a la hermana y sobrino de “Nariga”; Fuerza Laboral SA, con otro compañero de colegio, Juan Carlos “Chino” Mazzeo, y Vail Investment, dueña desde marzo de 2010 del inmueble del conocido restaurante marplatense Pehuén.
Más cercano al surf que a la pelota ovalada, en tanto, Luis “Lucho” Scolari también se sumó a WSM junto a la hermana de “Nariga”, Leticia Virginia Núñez, que también aparece en Inversiones Inmobiliarias Aspen, Habitat Natural y Omex SA junto a su hijo Andrés Gens y al “Chino” Mazzeo.
Conocido como “Babosa” o “Baba”, Eduardo Dehaut también jugó al rugby con “Aimé” y luego se convirtió en el contador de sus negocios. Aparece en cinco sociedades; entre ellas, Action Media, la de Núñez Carmona en la que también aparece “el Sordo” López.
Eduardo “Cachi” Romano también jugó al rugby con los muchachos, y con los años se convirtió en el secretario privado de Boudou. Ese papel le valió al menos dos momentos incómodos. El primero, cuando la Justicia detectó llamadas con el presunto testaferro de su jefe Alejandro Vandenbroele -primo a su vez de una ex novia de “Nariga” Guadalupe Escaray-; el segundo, porque hay quienes sospechan que debería ser él quien explique los viáticos truchos por los que ahora Boudou fue llamado a indagatoria.
Por su parte, también provenientes del Colegio San Alberto, los hermanos Mendiondo aún integran el círculo íntimo del vicepresidente. Tanto, que uno de ellos, Ignacio, médico neurocirujano, aparece en varias sociedades, aunque vinculadas al ámbito agropecuario y de la medicina. El médico Mendiondo viajó junto a su familia y a Núñez Carmona a esquiar a Aspen y a Sudáfrica para el Mundial de rugby, todo pagado por The Old Fund; es decir, la sociedad que compró la ex Ciccone Calcográfica.
Los registros societarios de The Old Fund aportan más luz sobre el entramado marplatense. ¿Por qué? Porque junto a Vandenbroele -presidente de la sociedad-, los libros de esa firma también muestran la presencia de Sergio Gustavo Martínez, otro amigo marplatense de “Aimé” y de “Nariga” desde hace casi dos décadas. De hecho, Martínez también aparece en Beaver Cheek, que fijó su sede en la avenida Corrientes 222 de Buenos Aires. El mismo domicilio que Inversiones Inmobiliarias Aspen y Habitat Natural. Y algo más: cuando Martínez se abrió de Beaver Cheek, lo reemplazaron “Nariga”, su hermana Leticia Núñez y “el Sordo” López
El vínculo entre Boudou, Núñez Carmona y Sergio Gustavo Martínez se gestó a principios de los 90, en el local de comidas Papakea que Martínez abrió en la calle Alem de Mar del Plata, a metros de la casa donde vivía “Nariga”, que comió allí de favor cuando no tenía dinero ni para pagar la cuenta. Y se retomó cuando Martínez volvió de Miami, tras profugarse de la justicia de Estados Unidos.
Apoyado en apenas una parte de este rompecabezas de sociedades y amistades, el juez Lijo ordenó la detención de Boudou. Concluyó que encabezó una presunto asociación ilícita que “desarrolló sus designios criminales” desde 2009, cuando “Aimé” asumió como ministro de Economía, hasta 2015, cuando concluyó su mandato como vicepresidente.
Según Lijo, esa supuesta operatoria criminal “contó con un grupo societario donde Núñez Carmona, Boudou y Vandenbroele comparten roles de directores, accionistas: Habitat Natural SA, Inversiones Inmobiliarias Aspen SA, Rock Argentina SA, WSM SA, Beaver Cheek SA, Action Media SA, Vail Investment SA, Embarcaciones Argentinas SA y The Old Fund SA”.
Por eso, según reconstruyó La Nación, algunos amigos marplatenses de Boudou y Núñez ayer entraron en pánico.
Hugo Alconada Mon
Una semana antes de ir preso Boudou cenó en la Parrilla Huija, con Nuñez Carmona, Usuna, Mendiondo y un grupo de amigos con grandes “aspiraciones”
Faltaba el Cabezon Villaverde en esa mesa y cantaban bingo
que lindos pajaritos
si los ves rapido para el otro lado…te roban la sonrisa si pueden…